Lo hizo en la sesión de control al Gobierno a pregunta de la senadora del PP Amalia Salanueva, quien se interesó sobre las “nuevas medidas que tiene previsto el Gobierno para evitar que sigan produciéndose actos de homenaje en el País Vasco y Navarra a presos condenados por terrorismo”. Unos actos que, denunció esta parlamentaria, “se suceden y humillan a las víctimas”, y “no son muestras de cariño de familiares” sino “homenajes a terroristas precisamente por serlo”, que el 8 de octubre tendrán un nuevo episodio con el exetarra Henri Parot en Mondragón.

Marlaska aseguró que “el Gobierno considera que cualquier acto que entrañe un homenaje, un apoyo a un terrorista o una organización terrorista es constitutivo de una ofensa al colectivo más importante y más digno que tenemos en España”, el de las víctimas, y también una ofensa “a los valores democráticos y al conjunto de la sociedad española”. Por eso, defendió, el Ejecutivo ha inaugurado el memorial de Vitoria, se imparten unidades didácticas sobre el tema en las escuelas, se han aumentado las subvenciones a las asociaciones y se va a reformar la Ley de Víctimas del Terrorismo. Pero para evitar los homenajes a etarras sólo habló de “sanciones administrativas”.

Salanueva le echó en cara que lleve desde 2018 prometiendo la reforma de esa ley y a continuación pasó a recordar “el bulo de Malasaña”, la supuesta agresión a un homosexual la semana pasada que finalmente se reveló consentida en un juego masoquista pero que antes ya había llevado al ministro a convocar la comisión de delitos de odio. Todo lo contrario, repuso la senadora popular, que con las agresiones a miembros del PP en el País Vasco o a policías nacionales en Cataluña, porque “aunque rezuman odio, no podía utilizarlas políticamente”.

"PRESOS POR PRESUPUESTOS"

Luego pasó a criticar que Marlaska esté supuestamente centrado en “acercar presos (de ETA) a la velocidad de la luz”, “sin arrepentirse” y “no para favorecer la reinserción, sino como cesión a las exigencias de la izquierda abertzale” en un canje de “presos por presupuestos”. Finalmente, aprovechó el aniversario del 11-S para preguntarse si EEUU consentiría homenajes semanales a Osama Bin Laden y terminó sentenciando que Marlaska “es un ministro achicharrado” que “no tiene más que una salida y es marcharse”.

El aludido contestó esgrimiendo el número decreciente de homenajes a etarras desde 2018, año del cambio de Gobierno tras la moción de censura, y recriminando a su vez al PP que, con él en el Ejecutivo, el Ministerio del Interior orquestó la trama Kitchen. Por último, exhortó a la senadora popular: “No confronte víctimas de un odio con víctimas de otro odio. Los que hemos sido víctimas de varios odios sabemos que lo importante son los valores, la pluralidad, la diversidad y tener un Estado que nos proteja”.