Así lo subrayó el titular de Interior durante su intervención en el acto para reconocer el trabajo realizado por los trece componentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y siete agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) durante los diez días en que se realizó la evacuación de colaboradores afganos y personal diplomático desde el aeropuerto Hamid Karzai de Kabul ante la toma del poder por los talibanes.

Grande-Marlaska destacó que, tras poner a salvo al personal diplomático en el aeródromo, los agentes de la Policía Nacional cumplieron “más allá del deber” y afrontaron “días duros, días difíciles”, en los que desplegaron su “conocimiento y profesionalidad” para sortear los ‘checkpoints’ de los talibanes y emplear las alcantarillas para introducir a los colaboradores afganos dentro de los muros del aeropuerto.

Igualmente destacó que, antes de abandonar la embajada, se encargaron de eliminar todos los documentos que, si caían en manos de los talibanes, comprometerían la vida de muchos afganos que ayudaron a España. Igualmente subrayó el “ímpetu” de recoger “nuestra enseña nacional”, que confió en que “más pronto que tarde” vuelva a ondear en la legación española en Kabul. Además, dijo, fueron capaces de no olvidarse de aquellos que dieron su vida.

Sus palabras obedecieron al hecho de que, durante el acto, dos policías del GEO y de la UIP que estaban en Afganistán, entregaron a las familias la bandera confeccionada en honor al subinspector Jorge García Tudela y al policía Isidro Gabino San Martín Hernández, los dos policías asesinados en el atentado terrorista cometido por los talibanes contra la sede diplomática en la capital del país asiático en diciembre de 2015.

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, que recibió la bandera que ondeaba en la Embajada española de manos de dos de los agentes que la recogieron, destacó en su intervención “la humanidad” que los españoles han sentido en esta evacuación, y recalcó que no olvidaba a los fallecidos durante los 20 años de presencia en Afganistán. Albares quiso “recordar con emoción a los dos agentes muertos defendiendo la vida del personal de la embajada en Kabul”, y señaló que en aquel atentado también falleció un empleado de mantenimiento y cuatro miembros de la policía afgana que acudieron a repeler el ataque.

“Sin vosotros muchas embajadas no podrían llevar a cabo su trabajo”, reiteró el titular de Exteriores. “Para todos vosotros mi reconocimiento como ministro, del Servicio Exterior y la carrera diplomática”, recalcó, y puso en valor que desde que abrió la legación en 2005 fue para los agentes de Policía Nacional “muy complicado trabajar en ese entorno”, que exigió “un sacrificio constante y asumir mayorees riesgos”.

El director general de la Policía, Francisco Pardo, aprovechó para revelar un mensaje que el 17 de agosto envió el responsable del equipo de seguridad de la Embajada a la comisaria principal responsable de la División de Cooperación Policial Internacional, Alicia Malo. En dicho mensaje le expresaron su intención de quedarse hasta el final de la evacuación a pesar de que les habían ofrecido regresar a España en los primeros vuelos. “Si desde el Gobierno se dice que no se deja a nadie atrás, los policías no vamos a ser menos”, señalaba.

Un agente de la Policía Nacional y miembro del GEO, que estuvo desplegado hasta el último día en Kabul explicó que, desde la llegada a España el pasado 27 de agosto, “la palabra que más he escuchado es gracias”, pero recalcó que el lema de su profesión es “llegar los primeros y salir los últimos”. Tras admitir que, “la experiencia ha sido dura, con riesgos”, hizo una “mención especial a los trece marines de Estados Unidos, que dieron su vida por el pueblo afgano” y quiso dedicar sus últimas palabras en recuerdo a los dos miembros de la Policía Nacional fallecidos en el atentado contra la embajada española en diciembre de 2015. “Siempre en nuestro pensamiento”, apostilló.