La investigación arrancó a principios del mes de julio, cuando los agentes tuvieron indicios de la existencia de un punto de distribución de sustancias estupefacientes en el barrio de Centro de la capital.

Tras numerosos dispositivos de vigilancia establecidos en las proximidades, los investigadores localizaron el lugar exacto y detectaron una gran afluencia de compradores, que tras manipular su teléfono móvil o llamar al portero automático, accedían al interior para encontrarse con su vendedor. En ocasiones, este comprobaba su visita asomándose por el balcón, asegurándose así de que se trataba de un cliente.

Las pesquisas llevadas a cabo concluyeron con el arresto de este varón como presunto responsable de un delito contra la salud pública. En el transcurso de una entrada y registro desarrollada en su domicilio, los policías aprehendieron un gran volumen de siete tipos de sustancias diferentes, tales como mefedrona, metanfetamina, GHB, ketamina, MDMA, botes de “popper” y pastillas de sildenafilo. Además, se intervinieron 5.000 euros en efectivo, seis básculas de precisión y gran cantidad de útiles para la elaboración y venta de sustancias sintéticas.