Este colectivo emitió un comunicado en el que subrayó que, como consecuencia del alza de contagios entre el personal sanitario, resulta “absolutamente necesario” que “se refuercen y mejoren” las actuales medidas de protección y se tomen otras nuevas que “garanticen la salud y seguridad de las enfermeras, enfermeros, fisioterapeutas y el conjunto de profesionales que siguen trabajando sin descanso en la lucha contra la Covid-19”.

Por ello, requirió que se analice el grado de inmunidad del personal sanitario, teniendo en cuenta que fueron los primeros en recibir la vacuna contra el coronavirus, y que se valore la posibilidad de inocularles una tercera dosis, ya que determinados estudios demuestran que un tercer pinchazo “produce niveles de anticuerpos contra la variante Delta entre cinco y once veces superiores en comparación con la segunda dosis”.

A su vez, reclamó que se garanticen “entornos laborales seguros” para los profesionales sanitarios y que se garantice el cumplimiento de todas las medidas de prevención, puesto que “aún existen problemas de falta de espacio y ventilación en los centros sanitarios y sociosanitarios”.

Por otro lado, denunció que los contagios por coronavirus tienen una incidencia directa en las “ya de por sí muy deficientes” plantillas de sanitarios, con las “consiguientes consecuencias negativas” en la atención que se presta a la ciudadanía.

Por último, insistió en la necesidad de que las bajas laborales por coronavirus se consideren enfermedad profesional, como ha recomendado la propia Organización Mundial de la Salud (OMS).