En declaraciones a Servimedia, explicó que el problema de la inmigración debe tratarse “adecuadamente” y, en el caso de los menores no acompañados, “debe cumplirse con la ley”, con los procedimientos administrativos que están legislados, que son la Convención de los Derechos del Niño, el acuerdo entre España y Marruecos de 2007 y la Ley de Extranjería de 2000.

Según Martínez, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no puede levantarse un día y, para “quitarse el problema de encima” decir que los envía a su país, sino que hay que cumplir la ley, y lo que diga la ley es lo que "tenemos que hacer porque vivimos en un Estado de Derecho”.

Para la diputada de Ciudadanos, el problema de la inmigración se está “repitiendo”, pero “no quieren mirar” y poner una solución “permanente y mirar a largo plazo”. En el caso de los menores, insistió en que hay que escucharles y que sus derechos estén “por encima de todo” y hacerlo “con la ley por delante”.

También comentó que su partido no ha pedido la comparecencia de Marlaska “todavía” porque entiende que “hay una vía” que consiste en el cumplimiento de los procesos administrativos. “Por ahí tienen que ir”, añadió.

Sobre la decisión de un juez de detener las devoluciones durante un plazo de 72 horas, Martínez señaló que su partido esperará qué ocurre cuando termine este plazo para ver qué responderá Ciudadanos para seguir trabajando para que estos menores tengan sus derechos “a salvo”.

GOBIERNO DE COLICIÓN

En relación con la carta enviada por la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, a Marlaska para pedir el cese de estas devoluciones, Martínez aseguró que da “muy mala imagen” de España en el exterior.

En este sentido, criticó que los propios partidos del Gobierno se envíen cartas como si fueran “desconocidos” cuando pueden reunirse en el Consejo de Ministros y llamarse por teléfono. “No es de recibo para los españoles que se anden mandando cartas”, dijo, al tiempo que afirmó que crea “desconfianza” en los españoles.

A su juicio, esta “no es la manera”, la manera es reunirse en el Consejo de Ministros de forma “extraordinaria cuantas veces se necesite” para los problemas “urgentes” y “reaccionar conforme a eso”.

Además, destacó que esta situación crea también un problema de cara al exterior porque España forma parte de la Unión Europea, de organizaciones y organismos donde tiene que “dar la cara” para el exterior y no se puede decir que los ministros “no hablan en el Consejo de Gobierno, sino que se mandan cartas para aconsejarse y solicitar cosas”. “Seamos serios”, concluyó.