Pandemia

Investigadores españoles demuestran la utilidad de la proteína N del virus SARS-CoV-2 producida en plantas para diagnosticar la Covid-19

Madrid
SERVIMEDIA

Un equipo científico, coliderado por investigadores del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentario del Consejo Superior de investigaciones Científicas (INIA-CSIC), ha puesto de manifiesto la validez de la proteína N del virus SARS-CoV-2, obtenida de una planta pariente del tabaco cultivada mediante biotecnología, para el diagnóstico serológico de la Covid-19.

Según informó el CSIC, el uso de la proteína N recombinante supone una alternativa a las pruebas serológicas mayoritarias basadas en la proteína S, ya que permite distinguir a las personas vacunadas de las infectadas, tiene menor tasa de mutaciones y se genera de forma rápida a bajo coste. De hecho, la proteína N, comercializada por la empresa Agrenvec, ‘spin-off’ del INIA-CSIC, ya está disponible en el mercado.

El diagnóstico serológico de la presencia de anticuerpos del virus SARS-CoV-2 en suero es una de las principales vías para valorar la respuesta inmunológica de personas que han sufrido la Covid-19 (sintomáticas o no) y de individuos vacunados.

Ante la alta demanda de pruebas serológicas, los científicos analizan nuevos métodos que proporcionen grandes cantidades de proteínas del virus a precios razonables.

En el trabajo realizado por investigadores del CSIC, publicado en la revista ‘Frontiers in Plant Science’, se ha demostrado la validez de la proteína N del virus SARS-CoV-2, producida por la especie de origen australiano ‘Nicotiana benthamiana’, para el diagnóstico serológico de la Covid-19.

Esta eficacia se ha comprobado en más de 400 sueros humanos procedentes de la región de Madrid, caracterizados previamente en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA-CSIC).

En palabras de Fernando Ponz, investigador del INIA-CSIC que colidera el estudio, “mediante una técnica de biotecnología vegetal llamada expresión transitoria se fuerza a producir la proteína N del virus de forma que esta se convierte en una biofactoría capaz de generarla de forma rápida, en semanas o muy pocos meses”.

Actualmente, la proteína S y la proteína N del virus SARS-CoV-2 son las principales dianas de la respuesta inmune y, aunque la mayoría de las pruebas para detectar anticuerpos frente al coronavirus se basan en la primera, se prevé que la segunda vaya ganando protagonismo con la llegada de las nuevas generaciones de vacunas.

“Por el momento, mientras se siga empleando solo la proteína S (o su ARN mensajero) para vacunar, la proteína N no serviría para establecer la duración de la respuesta inmune, pero sí que será muy útil cuando lleguen las nuevas generaciones de vacunas que incluyan más de una, si entre ellas está la proteína N”, añadió Fernando Ponz.

En el proyecto han participado dos centros del INIA-CSIC: el Centro de Investigación en Biotecnología y Genómica de Plantas (CBGP), centro mixto del INIA y la Universidad Politécnica de Madrid, promotor y coordinador del estudio, y el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA), que ha llevado a cabo los ensayos serológicos con muestras de pacientes.

(SERVIMEDIA)
16 Ago 2021
MST/pai