Sin embargo, como si de una consigna general se tratara, las autoridades de unos y otros partidos indicaban que se trata de un día institucional, de una fiesta de Estado, por lo que no cabían los reproches al Ejecutivo.

En esa línea se manifestó el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quien trasladó a varios presentes su malestar por estos pitidos efectuados por una parte de los asistentes a la llegada de Zapatero a la Plaza de Lima. Consideró que se trata de una fiesta del Estado, de todos, y no de un acto del Gobierno como para que se utilice para criticar al presidente.

En la mísma línea se manifestó el presidente del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, quien remarcó que es un día institucional y que no se habla de política.

Si bien destacó la presencia por primera vez en el desfile del Gobierno vasco, representado por el consejero de Interior, Rodolfo Ares, y del Parlamento Vasco, por su presidenta, Arantxa Quiroga.

Preguntado por invitados sobre la situación del partido en Valencia, el líder del PP ironizó que él hizo la "mili" en Valencia encargándose de la limpieza de un cuartel. Además, añadió ante la insistencia, que aun hoy uno se puede bañar en el mar Mediterráneo a diferencia de otros sitios.

Al margen de estos comentarios, en la recepción de los Reyes a las máximas autoridades del Estado, Gobierno, embajadores y otras personalidades, se produjeron diversos "corrillos".

CORRILLOS

Como el que protagonizaron el titular del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. Los dos, en una de las ventanas del salón, hablaron largo rato tapados por un gran jarrón que estaba situado delante de dicho recoveco.

También se destaca la conversación distendida entre el presidente del Gobierno y el Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, con la portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Gabriela Bravo.

En el ámbito judicial, la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, no quiso manifestarse sobre la sentencia del Estatuto de Cataluña y remarcó que se trata de un día institucional.

Entre los presentes, también destacó la asistencia del director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, que hoy cumple 101 días al frente de los servicios secretos. A su lado, la "número dos" del CNI, la secretaria general, Elena Sánchez, y entre los invitados su antecesora Esperanza Casteleiro.

Así como ex ministros como Ana Palacios, titular de Exteriores en el último Gobierno de José María Aznar o Mariano Fernández Bermejo, ex ministro de Justicia.

O la "pareja" entre Rosa Diez, diputada de UPyD, y la ex dirigente socialista Cristina Alberdi que se les vio juntas en varias ocasiones.

Tras el besamanos a los Reyes, los Príncipes de Asturias, la infanta doña Elena, y los Duques de Palma, varios invitados aprovecharon para marcharse a atender compromisos familiares, como el caso del presidente del Congreso, José Bono, que se excusó con un cumpleaños de una de sus hijas.

Sin embargo, la recepción oficial no concluyó hasta pasadas las 15.30 horas siendo los Príncipes de Asturias casi los últimos en abandonar el "comedor real" del Palacio Real que acogió la celebración oficial del día de la Fiesta Nacional.