Esos datos, a los que tuvo acceso Servimedia, indican que en el periodo entre el 1 de enero y el 1 de agosto de 2021 hubo menos superficie calcinada que el promedio del último decenio, que es de 50.451,96 hectáreas, pero más que en 2018 (11.636,38), 2016 (18.844,12), 2013 (23.475,45), 2020 (24.923,76) y 2014 (39.531,67). El peor año fue 2012 (151.369,84).

En los siete primeros meses de este año se produjeron 5.497 siniestros forestales, de los que 2.020 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 3.477 conatos (con menos de una hectárea quemada).

De las hectáreas arrasadas, que abarcan un 0,145% del territorio nacional, un total de 3.778,26 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 23.507,55 hectáreas de matorral y monte abierto, y 12.927,99 de superficie arbolada.

ZONAS GEOGRÁFICAS

Por otro lado, el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) concentró un 41,11% de los incendios y conatos forestales, mientras que el resto de los siniestros se reparten entre las comunidades interiores (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 37,64%; el área mediterránea, con un 20,79%, y Canarias, con un 0,45%.

En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, un 49,99% pertenece al noroeste; un 27,34% a las comunidades interiores; un 14,93 al área mediterránea, y un 7,74% a Canarias.

La mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo en las comunidades interiores (29,55%), por delante del noroeste (29,78%), el área mediterránea (20,52%) y Canarias (20,15%).