El Servicio de Información de la Guardia Civil detectó una serie de envíos que contenían ese tipo de armas de fuego con destino a Holanda y alertó a las autoridades de ese país para que iniciase una investigación al respecto.

Las pesquisas iniciales realizadas confirmaron que el posible destinatario de las armas era un gerente de un establecimiento holandés catalogado como radical y violento, extremo que reforzó las sospechas iniciales de que el destino de dichas armas pudiesen ser los círculos delincuenciales o violentos, según informa la Guardia Civil.

La coordinación entre ambos cuerpos y la intensificación de los sistemas de detección temprana durante varias semanas, permitió detectar en tiempo real otros nuevos envíos de armas que tenían el mismo destinatario, lo que posibilitó que la policía holandesa realizase una entrega controlada de uno de los envíos que culminó con la detención del sospechoso, justo en el momento de recibir el paquete.

En los registros practicados en el domicilio y en dos establecimientos comerciales del detenido se intervinieron seis armas de fuego y armas detonadoras, una de ellas oculta en un doble fondo de su vehículo, y puños americanos. Además, fue descubierto un laboratorio clandestino para la elaboración de cocaína y hachís, interviniéndose maquinaria, herramientas y sustancias de corte, además de varias máquinas contadoras de dinero.

La operación conjunta realizada por la Guardia Civil y la Politie holandesa de Rotterdam ha permitido desarticular un importante punto de distribución de armas y sustancias estupefacientes a los círculos delincuenciales y radicales holandeses.