Según informó el Ejército del Aire, para aclimatarse a las duras condiciones ambientales de la ciudad olímpica, el marchador español, que fue campeón mundial de 50 kilómetros marcha hace 28 años y afronta sus octavos Juegos Olímpicos, se entrenó en la cámara climática de las instalaciones, y realizó tres sesiones bajo la temperatura y humedad similares a las que soportará el día de la competición.

En la despedida, la coronel directora María Rosa García Toledano le entregó como obsequio y recuerdo una bandera nacional firmada por el personal del CIMA, deseándole el mejor resultado como colofón a su carrera profesional.