Según un estudio sobre el teletrabajo en España elaborado por Randstad Research y difundido este martes, el porcentaje estimado casi duplica la última tasa de teletrabajo disponible (16,6%), “lo que muestra el amplio margen de crecimiento que esta tecnología aún tiene por delante”, según destacó Randstad.

En todas las comunidades se prevé una tasa de teletrabajo mayor del último dato, siendo la Comunidad de Madrid para la que se estima la más elevada (35,9%), seguida del País Vasco (34,2%) y Cataluña (33,5%). Esto podría estar relacionado con el tamaño de las concentraciones urbanas, que generaría un incentivo mayor a adoptar el teletrabajo debido a los superiores ahorros potenciales en tiempo y gasto de transporte, según explicó Randstad.

Con porcentajes más moderados se encuentran Asturias (32,1%), Navarra (29,9%), Galicia (29,5%), la Comunidad Valenciana (29,2%), Aragón (28,6%), Cantabria (28,3%), La Rioja (27,6%) y Andalucía y Castilla y León (ambas con 27,5%). Las tasas de teletrabajo más discretas del país se registrarán en Extremadura (27,4%); Canarias y Castilla-La Mancha (ambas con 27,2%); la Región de Murcia (26,7%), y Baleares (26,3%).

En cuanto a los sectores, los que más teletrabajarán serán los de información y comunicaciones (67,3%), actividades inmobiliarias (64,2%), educación (61,1%) actividades financieras y seguros (61%) y actividades profesionales, científicas y técnicas (59,9%).

Randstad ha recogido los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que indican que al 62,6% le gustaría continuar trabajar de manera remota, mientras que el 30,6% no comparte este planteamiento.

La empresa de recursos humanos destaca que el teletrabajo tiene como efectos positivos una mejor concentración por menores ruidos e interrupciones, mayor autonomía en la organización del teletrabajo y mayor motivación por la autonomía y la flexibilidad horaria y geográfica. Otros aspectos beneficiosos sería el posible aumento de las horas de trabajo y la reducción de los días de baja por enfermedad.

En cuando a consecuencias negativas para la productividad, Randstad destaca la menor interacción con los compañeros, una menor motivación por la soledad y el solapamiento de la actividad laboral con necesidades de la vida personal. Otros aspectos que podrían afectar a la productividad sería la falta de espacios adecuados para el teletrabajo y de herramientas tecnológicas.

El estudio también considera que el teletrabajo supondría de media un ahorro de más de 100 kilómetros y cinco horas y media a la semana en desplazamientos, el equivalente al 13,8% de la jornada laboral estándar (40 horas).