Según detalló la Policía, los robos tuvieron lugar en las localidades malagueñas de Antequera, Estepona, Torremolinos y Vélez-Málaga, en los municipios valencianos de Paterna y Xirivella, en la localidad cordobesa de Lucena, en Madrid capital y en la ciudad de Móstoles, en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera y, por último, en Sevilla capital y Écija.

Las investigaciones policiales comenzaron a raíz de una serie de robos perpetrados desde marzo de 2019 en polígonos industriales de Vélez-Málaga, los cuales presentaban similitudes que permitieron intuir que eran obra de las mismas personas. El objetivo principal de la organización era el dinero en efectivo de las cajas fuertes de las empresas, si bien también se les imputa un robo en el interior de un cortijo de Vélez-Málaga, donde sustrajeron joyas valoradas en 10.000 euros cuando los residentes se encontraban en la vivienda.

A lo largo de la investigación, teniendo en cuenta el elevado número de hechos imputados, quedó patente la meticulosidad y de la organización, con un ‘modus operandi’ perfectamente definido y gran habilidad en la anulación de sistemas de seguridad, la realización de butrones y el forzamiento de cerraduras y cajas fuertes.

242.000 EUROS EN UN ROBO

En las localidades de Vélez-Málaga y Lucena cometieron 20 y 12 robos respectivamente, llegando a actuar, incluso, en una misma empresa en varias ocasiones. De todos los robos con fuerza llevados a cabo, destacan por la cantidad sustraída uno de los cometidos en Sevilla, donde se apoderaron de 242.000 euros, y otro en Vélez-Málaga, donde se llevaron 52.000.

La organización formaba un entramando perfectamente estructurado. Algunos de sus miembros residían en España desde hacía 20 años y conocían bien las técnicas policiales. Además, la organización contaba con el apoyo de personas de nacionalidad española, a las que utilizaban para poner vehículos y viviendas a su nombre.

Tras las gestiones policiales de análisis y relación de hechos y de identificación de miembros de la organización, en una primera fase fueron detenidas 18 personas y se practicaron ocho registros, todos ellos en Madrid, en los que se intervinieron cinco vehículos y una gran cantidad de herramientas y ropas empleada para la comisión de robos.

En una segunda fase, los agentes han detenido a tres miembros más de la organización, que se encontraban en paradero desconocido. Los antecedentes de todos los detenidos de origen albano-kosovar superan los 200, pero podrían incrementarse porque la investigación continúa abierta al encontrarse aún en paradero desconocido alguno de los miembros de la organización.