Carne

Garzón asegura que el sector ganadero “es parte de la solución” contra el consumo excesivo de carne y dice que Planas conoce “perfectamente” su línea de trabajo

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, aseguró este jueves que el sector ganadero “es parte de la solución” contra el consumo excesivo de carne en España y admitió que esperaba “absolutamente” las reacciones que ha provocado en las últimas horas el lanzamiento de su campaña ‘#MenosCarneMásVida’. Asimismo, aseguró que el ministro de Agricultura, Luis Planas, conoce “perfectamente” las líneas de trabajo de su departamento.

Así lo defendió en una entrevista en TVE, recogida por Servimedia y en la que puntualizó que dentro del sector ganadero “hay muchos tipos de ganadería”, convencido de que la ganadería tradicional extensiva “es parte de la solución, porque es sostenible, ecológica y responsable y es parte de lo que nosotros necesitamos en nuestro país”.
Sin embargo, lamentó que está “siendo destruida” por la ganadería intensiva y las macrogranjas “que meten 6.000 cabezas de ganado y contaminan los suelos, quitan el agua a los pueblos, no crean casi puestos de trabajo, tienen un efecto contaminante brutal y eso repercute también en nuestra salud”.
En este punto, se refirió a aquellas grandes empresas “con mucho poder en este país, con mucha capacidad económica, que están en contra porque ven afectarse sus beneficios”. “Me parece normal y legítimo, pero mi responsabilidad es proteger la salud de las personas y del planeta”, sentenció, al tiempo que urgió a legar a las futuras generaciones un planeta “en el que se pueda vivir”.
Preguntado por si su gabinete lanzó la campaña en coordinación con el Ministerio de Agricultura, se refirió al plan España 2050, en el que, puntualizó, “ya aparecía esta línea estratégica de que había que reducir el consumo de carne porque no es una novedad” y aseguró que Planas conoce “perfectamente las líneas de trabajo” de su gabinete en este ámbito y que ambos ministerios “están en coordinación continuamente”.
“Si ha habido algún defecto de comunicación, lo resolveremos, pero no me preocupa en absoluto porque se sabe perfectamente cuál es nuestra línea”, agregó, al tiempo que espetó que esa es una línea de trabajo que va a "defender y a seguir defendiendo”.

REACCIONES
“Nosotros sabíamos perfectamente la reacción que iba a existir. Y además es normal. Yo lo que estoy diciéndole a la gente no es lo que tiene que comer. Yo le estoy diciendo que sepa que, cuando consume –carne-, esto implica una serie de riesgos sobre la salud y sobre el planeta y que valore si puede cambiar o no cambiar esos hábitos de consumo”. "Cuando cambian los hábitos de consumo, hay sectores y agentes económicos a los que les parece bien y otros a los que les parece muy mal y maniobran todo lo posible para que eso no salga adelante”, lamentó, para subrayar que su departamento tiene el “objetivo de cambiar los hábitos hacia hábitos más saludables y más ecológicos y, por lo tanto, más sostenibles”.

“Cuando hablamos de cambiar esos hábitos, hablamos de cambiar la demanda y, por lo tanto, afecta a determinadas grandes empresas que, lógicamente, tienen una legítima reacción, que en este caso es visceral porque son muchos beneficios económicos”, agregó.
Garzón reiteró que lo que su gabinete está “poniendo encima de la mesa es algo que es conocido por la comunidad científica hace mucho tiempo”, para, a continuación, insistir en que el consumo “excesivo” de carne, “especialmente” de la roja “deteriora y empeora la salud" y precisar que la Comisión Europea, en su plan contra el cáncer, “ya recomienda una reducción del consumo de carne precisamente por esas circunstancias”.
Junto a ello, hizo hincapié en la “dimensión ecológica” del problema, en torno a la cual advirtió de la existencia de un “impacto muy severo y muy notable de este sector en concreto, especialmente de las macro granjas”, precisando que la carne de vacuno es “la que mayor impacto tiene” desde este punto de vista. "Nosotros no decimos que haya que dejar de comer carne, lo que decimos es que hay que ajustarla”, sentenció, al tiempo que lamentó que, a pesar de que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda el consumo de entre 200 y 400 gramos semanales de este producto, los españoles consumen de media “más de un kilo”, lo cual, insistió, implica riesgos para la salud “que se pueden traducir en menos esperanza de vida”.

En este punto, defendió que España ha disfrutado de una esperanza de vida de las más altas de todo el mundo desarrollado “entre otras cosas gracias a la dieta mediterránea, que es muy baja en este tipo de consumo de carne roja”. “Estamos desplazando ese tipo de dieta y el 70% de los españoles ya ha renunciado a esa dieta mediterránea en beneficio de otro tipo de comida, entre otras la carne roja y también bollería industrial”, agregó.
Tras puntualizar que, en este ámbito, con esta campaña su departamento no está “haciendo un plan quinquenal”, defendió que la ciudadanía “tiene que saber qué es lo que está comiendo, cuáles son los riesgos” a partir de las indicaciones sanitarias que, precisó, “desde hace mucho tiempo, indican ya que el exceso de carne tiene unos riesgos muy importantes para la salud”.
En este punto, Garzón abogó por consumir una carne “más saludable, una carne fresca, una carne que cree puestos de trabajo, una carne vinculada al territorio, una carne, por lo tanto, con un impacto ecológico con tendencia a ser neutro”, un modelo que, a su entender, a los ganaderos familiares “no les asusta en absoluto”, pero sí afecta a “grandes empresas que están haciendo un negocio con la venta de una serie de productos que saben que afectan a la salud y les molesta que venga un ministro de Consumo y ponga los datos científicos encima de la mesa”.

(SERVIMEDIA)
08 Jul 2021
MJR/gja