Según indica un comunicado divulgado este miércoles por la compañía, el sistema tiene un coste “muy ajustado”, y es “fácil de mantener y explotar”, lo que “permite a los centros de formación disponer de un simulador por cada dos o tres alumnos”. Este proyecto incorpora algoritmos de inteligencia artificial para medir el rendimiento de cada piloto y analizar los puntos fuertes y áreas de mejora.

Asimismo, el sistema incorpora gafas de realidad virtual que permiten al alumno conectarse desde su casa para realizar los entrenamientos. Desde Indra sostienen que esta tecnología mejora el adiestramiento en vuelos de riesgo y la formación con otras aeronaves.

En la actualidad, el sistema dispone de 18 modelos simplificados de vuelo que van desde un Boeing 737 al avión de combate F18, además de modelos de aviones ligeros como el Beechcraf o Tecnam y helicópteros civiles y militares como el Sikorsky o Airbus Helicopters, entre otros.