Desde Ciudadanos habían anunciado horas antes un acuerdo con el PP en ese sentido, para que el concejal Huertas, que ejerce como alcalde en funciones desde la dimisión de Luis Salvador después de que el PP abandonara el gobierno local y dejara solos a los concejales del partido liderado por Inés Arrimadas.

Ciudadanos insiste en que su acuerdo con el PP era para cuatro años y que, por tanto, el alcalde debe seguir siendo de Ciudadanos, y pretende evitar a toda costa que el desplante del PP entregue la alcaldía al PSOE y a su “candidato imputado”.

Entiende, en este sentido, que las palabras del portavoz del PP en el Ayuntamiento, César Díaz, en el debate de investidura de Salvador, demuestran que también este partido entendía que el acuerdo era para toda la legislatura.

“También lo atestiguó así Fran Hervías, hoy dirigente del PP, quien hace unas semanas decide urdir una trama en despachos para intentar atacar a Ciudadanos, romper el acuerdo de gobierno en Granada y, con él, la estabilidad en la ciudad, sin mayor fundamento que intereses personales”, añade Ciudadanos, en relación al que fuera uno de sus principales dirigentes a nivel nacional.

“Eso provocó que, de manera inexplicable, el PP saliera del acuerdo de gobierno y que durante semanas, los granadinos hayan vivido una inestabilidad fruto de prácticas partidistas. En aras de evitar que los granadinos pudieran salir perjudicados, perdiendo un buen Gobierno y quedando abocados a tener un alcalde imputado, Cs ha intentado desde el minuto uno que el PP rectifique, vuelva al acuerdo de gobierno e impida que el PSOE se haga con una alcaldía que Cs y PP han gestionado bien”, insiste la formación.

Ante la “constatada inacción” del PP, argumenta, la secretaria general de Ciudadanos, Marina Bravo, ha hablado con su homólogo en el PP, Teodoro García-Egea, para trasladarle “una solución de consenso dentro del acuerdo de gobierno con alcaldía de Cs suscrito por 4 años”, con la opción de investir a José Antonio Huertas.

Tras esta conversación, aseguran, las direcciones nacionales han trasladado a sus respectivos equipos en Granada esta opción “para encauzar la situación y evitar así un alcalde socialista imputado, devolviendo la estabilidad a los granadinos”.

Entienden, por tanto, que en este momento “la pelota está en el PP de Granada, que debe decidir si hace pagar a los granadinos los platos rotos de una operación con estricto interés personal que ya ha costado un mes de inestabilidad a la ciudad y acaba propiciando una alcaldía socialista, o regresa al acuerdo de gobierno, la solución que Cs viene defendiendo desde el pasado 8 de junio cuando el PP rompió el acuerdo”.