Según informó este viernes la Aemps en una nota informativa, para los ingredientes y productos cosméticos que necesitan conservación, la guía recopila información para la elección de un sistema conservante “adecuado” e incide en la importancia de definir la concentración “apropiada” del mismo, en función de la naturaleza y las necesidades del cosmético.

El documento incluye también un capítulo dedicado a los ensayos de eficacia de los conservantes elegidos y facilita información relativa a la evaluación de la seguridad de las sustancias y productos cosméticos y la producción de los cosméticos conforme a buenas prácticas de fabricación, de forma que se mantengan los microorganismos a un nivel seguro en la planta y se eviten contaminaciones cruzadas.

El texto es el resultado del trabajo y la colaboración entre la Aemps, Stanpa y la industria cosmética, está destinado a formuladores, microbiólogos y a la industria en general, y reúne los conocimientos compartidos para contribuir a la formulación y fabricación de materias primas y productos cosméticos seguros “en beneficio de la ciudadanía”, según la Aemps.

El documento técnico presenta la conservación como un proceso global, que debe partir de una “correcta” evaluación del riesgo microbiológico, teniendo en cuenta las materias primas, sus características físicas y químicas, el proceso y las condiciones de fabricación y envasado.