Este dato supone un descenso con respecto a 2020, ya que el porcentaje de compañías que apoyaban este aumento del SMI el pasado año era del 68%, es decir, ocho puntos porcentuales mayor.

Por otra parte, el 50% de las empresas piensa ahora que esta subida afectará a la revisión salarial; cuando hace un año, este porcentaje era del 40%. Del mismo modo, el 39% de las firmas señala en este momento que el incremento provocará que haya menos contratación dentro de la empresa, doce puntos porcentuales más que en 2020, un 27%.

Además, el 32% de las mismas apunta que la subida del SMI incentivará el despido de empleados, superior al dato que hace doce meses, cuando eran un 19% las compañías que expresaban esta preocupación.

Asimismo, los datos varían según el tamaño de la empresa. Las medianas y grandes compañías son las que más de acuerdo se muestran frente a la subida del SMI con un 70%, mientras que el porcentaje en el caso de las pequeñas baja hasta el 55%. En este sentido, el 44% de las empresas de menos de 50 empleados sostiene que el nuevo incremento desembocará en una menor contratación, 14 puntos porcentuales más que en el caso de las medianas y grandes empresas, es decir, un 30%.

Estos datos se dan en un contexto en el que el Banco de España alertó sobre las posibles consecuencias de esta nueva subida, señalando que el último aumento llevado a cabo en 2019 hizo que la creación de empleo de ese año dejase de crecer en 0,6 y 1,1 puntos porcentuales, con especial incidencia entre los jóvenes y los mayores de 45 años.