Según informa Meliá a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el grupo de sociedades resultante de dicha operación mantendrá la propiedad y la actividad asociada de los ocho activos hoteleros, tres de ellos ubicados en Baleares, otros dos en Canarias y otros tres situados en Granada, Cádiz y Zaragoza, con un total de 1.801 habitaciones.

Meliá mantendrá una participación del 7,5% en la sociedad dominante de dicho grupo mientras que el restante 92,5% será de Bankinter y clientes de altos patrimonios e institucionales de la entidad.

Asimismo, la hotelera mantiene la gestión de los ocho activos mediante contratos a largo plazo y la posibilidad de ejercer futuras opciones de compra sobre los mismos a precio de mercado.

Descontada la participación residual de Meliá, impuestos y otros costes, el impacto en la caja del grupo hotelero es de 170 millones de euros, generando plusvalías contables por importe aproximado de 62 millones de euros.

La compañía cumple así con su compromiso de abordar una venta de activos para incrementar su liquidez tras la crisis provocada por la Covid-19. Dicha operación refuerza, además, la estrategia de rotación de activos de la compañía y la consolidación de su modelo gestora.