Tribunales
López del Hierro niega conocer la ‘Kitchen’ y justifica los contactos con Villarejo para evitar espionaje al PP
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Tan sólo 24 horas después de que la exsecretaria del PP María Dolores de Cospedal compareciera ante el instructor del ‘caso Villarejo’, declaró en la Audiencia Nacional su marido, Ignacio López del Hierro, que reconoció haberla presentado al comisario pero negó tener conocimiento alguno de la ‘operación Kitchen’. Según su versión, estos contactos se debieron al miedo que los dirigentes del PP tenían de estar siendo espiados.
Además de López del Hierro, este miércoles estaba también citado a declarar el que fuera jefe de gabinete de la ministra Cospedal, José Luis Ortiz. Él reconoció que se produjeron alrededor de una decena de encuentros entre su jefa y Villarejo siempre en la sede del PP, a la que entraba parapetado en un coche por el aparcamiento. Los dos figuran como imputados por presuntos delitos de cohecho, malversación y tráfico de influencias.
Ortiz declaró este miércoles ante el juez que introducía al comisario Villarejo en la sede nacional del PP de la calle Génova siguiendo las instrucciones que le daba la dirigente popular. De esos encuentros llevaba anotaciones que incluía en una agenda y ha calculado que fueron entre ocho y diez.
El jefe de gabinete, que actuaba como mano derecha de Cospedal, se encargaba también de recoger a Villarejo en un punto de encuentro situado en la cafetería Riofrio, que ya no existe y que estaba ubicada en los aledaños de la plaza de Colón de Madrid a escasos minutos del PP, y lo trasladaba en coche a la sede del partido a la que accedía de manera discreta a través del aparcamiento del edificio. Según su declaración ante el juez de Manuel García Castellón, este tipo de encuentros comenzaron en 2009 y en este asunto sólo cumplía las órdenes de la secretaria general del PP.
Su testimonio echa por tierra la versión ofrecida por la propia exsecretaria del PP, que en todo momento evitó enumerar sus encuentros y trató de hacerlos pasar como reuniones de mero trámite en las que Villarejo le pasaba información ya publicada por la prensa. Se vió obigada, sin embargo, a admitir que realizó pagos al comisario y aseguró que no le remuneró por servicios prestados, sino por “cortesía”.
López del Hierro ha declarado en la misma línea de lo dicho por su esposa, asegurando que nada sabía de una posible operación de espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas para arrebatarle documentación comprometedora para el partido.
No pudo negar la relación con Villarejo, que está acreditada en varias grabaciones realizadas por los investigadores y refrendada por los apuntes en las agendas incautadas al comisario jubilado, pero insistió en que la relación con él no tuvo nada que ver con ninguna actividad ilegal.
López del Hierro presentó a Villarejo y Cospedal en 2009 y sólo estuvo presente en la primera de las reuniones que ambos celebraron. Preguntado por los motivos que envolvían el secretismo con el que el comisario entraba en Génova, el empresario explicó que había personas que preferían no verse vinculadas con el partido, que en ese momento estaba en la oposición. Era el caso de empresarios y de Villarejo, aseguró.
El empresario estuvo ante el juez durante una hora, y en todo momento mantuvo la misma versión, incluso ante las reticencias expresadas por el magistrado. Tras su declaración ha hecho público un comunicado en el que recuerda que nunca fue militante del PP ni ha tenido “ninguna actividad pública vinculada a Gobiernos” de ese partido. Insiste también en que nunca participó en la puesta en marcha del dispositivo para espiar a Bárcenas y afirma que nunca tuvo conocimiento del mismo.
Los investigadores sospechan que López del Hierro intermedió para la captación del chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, como espía de la familia, pero él insiste en su comunicado en que no fue así y en que no fue quien presentó a Villarejo y al comisario Andrés Gómez Gordo, que asesoraba a Cospedal en materia de seguridad y que aparece como captador del conductor.
El marido de Cospedal admitió que conoce a Villarejo desde hace tres décadas y que siempre ha mantenido con él una relación personal. Tras conocerse en los años 90 perdieron contacto durante una década y volvieron a coincidir porque tenían sus respectivos despachos en la misma zona de oficinas en Madrid. Tras su boda con la exsecretaria general del PP, explicó, fue objeto de ataques en prensa y el comisario le ayudó a mejorar relaciones con varios periodistas, una labor que realizó de manera altruista.
El imputado ha negado en todo momento que los encuentros de Cospedal con Villarejo tuvieran algo que ver con el estallido del ‘caso Gürtel’ y ha rechazado que las reuniones que constan en la agenda del comisario con la dirigente popular en ese momento estuvieran relacionadas con ese asunto. Es más, ha asegurado que el motivo de esos encuentros está en que Cospedal sospechaba que se estaba espiando al PP desde un piso cercano a la sede de Génova 13.
(SERVIMEDIA)
30 Jun 2021
SGR/clc