La flota aérea comunitaria de lucha contra el fuego se compone esta vez de once aviones y seis helicópteros, aportados por varios países de la UE y listos para ser desplegados en otros cuando resulte necesario, según informó este martes la Comisión Europea, que ha publicado directrices para que los Estados miembro refuercen sus medidas de prevención de los fuegos.

La flota consta de aviones de extinción de incendios procedentes de Croacia, España, Grecia e Italia (que aportan dos cada uno), así como seis helicópteros de extinción de incendios procedentes de Suecia.

A ello se añade un avión de extinción de incendios procedente de Francia y dos aviones de extinción de incendios procedentes de Suecia que forman parte de la flota de RescEU a largo plazo.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aporta dos de sus aviones anfibios Canadair -operados por el 43 Grupo del Ejército del Aire y adscritos al Ministerio de Defensa-, disponibles del 15 de junio al 31 de octubre, según informó este miércoles el departamento dirigido por Teresa Ribera.

Esas aeronaves apoyarán a los países que, ante una situación de emergencia por incendios forestales que sobrepase sus capacidades nacionales, soliciten ayuda a través del Mecanismo Europeo de Protección Civil. El punto focal de este mecanismo es la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior.

El Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, se encarga de dar apoyo y movilizar medios en situaciones de emergencia por incendios forestales dentro del Mecanismo Europeo de Protección Civil, en coordinación con la Dirección General de Protección Civil y Emergencias.

Según la Comisión Europea, se prevé que el riesgo de incendios forestales de la temporada se sitúe por encima de la media y que las temperaturas sean superiores a la media entre junio y septiembre en la región mediterránea.

La temporada también podría ser menos lluviosa, especialmente en Europa Central y en muchas zonas del Mediterráneo. Esto puede aumentar el riesgo de incendios forestales tanto en zonas propensas a incendios como en nuevas regiones de Europa.