Una nueva detección de dos sistemas planetarios por parte del instrumento Carmenes, que opera en el Observatorio de Calar Alto, en Almería (CAHA-IAA-CSIC-Junta de Andalucía), ha ayudado a reforzar la idea de que las estrellas enanas tienden a albergar planetas rocosos.

Según explicó el investigador de IAA-CSIC, Pedro J. Amado, “nuestra concepción actual sobre la formación de planetas de baja masa en órbitas muy cercanas a estrellas pequeñas apunta a que son muy abundantes, con una media de al menos un planeta por estrella. A pesar de esta abundancia, apenas disponemos de datos sobre la densidad de estos planetas que nos permita deducir su composición”.

Los nuevos sistemas detectados se hallaron alrededor de las estrellas enanas rojas, G 264-012 y Gl 393. En torno a la primera, descubrieron dos planetas con una mesa mínima de 2.5 y 3.8 veces la terrestre, que giran alrededor a su estrella cada 2.3 y 8.1 días.

El planeta Gl 393 cuenta con una masa mínima de 1.7 masas terrestres y gira alrededor de su estrella cada siete días. Los tres planetas entran en la categoría de “tierras” y “supertierras” calientes, y alcanzan temperaturas que impiden la presencia de agua líquida en superficie.

Esta investigación permitió detectar un nuevo factor que parece influir en las detecciones, ya que el planeta en torno a la estrella Gl 393 había pasado desapercibido en campañas anteriores con instrumentos “cazaplanetas” de gran eficacia. Las estrellas enanas rojas mostraron una intensa actividad en forma de fulguraciones que puede enmascarar la señal de los posibles planetas.

Los investigadores concluyeron que los planetas pueden detectarse más fácilmente en estrellas enanas con actividad moderada o fuera de los máximos del ciclo de actividad de la estrella.