La mejora en las proyecciones realizadas por su Observatorio Financiero y publicadas este miércoles, son reflejo de una revisión al alza en las expectativas de crecimiento de las principales economías del mundo “gracias a que el relajamiento progresivo de las medidas para mitigar el virus y el progreso de las campañas de vacunación han fortalecido la confianza”.

No obstante, los economistas advierten de que “existe un porcentaje significativo de pymes muy endeudadas, que requieren ayudas directas y refinanciación del endeudamiento”, y cree que el ratio de deuda pública alcanzará el 125,24% del PIB al cierre de año, mientras que el déficit oscilará entre el 8% y el 9,5%.

En la mejora de sus proyecciones observa que la contracción del PIB en el primer trimestre del año fue finalmente del 0,4%, frente al 0,5% estimado en un inicio en el mes de abril por el INE, gracias al mejor comportamiento del consumo y sobre todo de la inversión, aunque las exportaciones sufrieron un retroceso del 10,7% frente al 9,5% previsto inicialmente.

“En el trimestre actual, los datos de consumo, exportaciones, construcción, demanda y optimismo empresarial comienzan a ser positivos, aunque todavía se resienten manufacturas y servicios”, refiere el Consejo General de Economistas, que augura una recuperación de, al menos, el 50% en el turismo durante el tercer trimestre que permitiría asistir a “un fuerte crecimiento” en la semana parte del año.

Entre los vectores llamados a ayudar a esa reactivación cita la hucha de ahorro de los hogares que supone un 10,6% de su renta bruta disponible, la demanda externa y la normalización del flujo turístico, junto al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado por Bruselas, “que incidirá fundamentalmente en los tres primeros trimestres de 2022 y, que se prevé tenga un importante efecto en el crecimiento de la demanda interna”.

Entre los riesgos apunta a la existencia de un “porcentaje significativo de pymes muy endeudadas, que requieren ayudas directas y refinanciación del endeudamiento”, y que una parte “representativa” del sector servicios “no tiene capacidad para trasladar al consumo el incremento de los costes de producción”.

“Este desequilibrio entre sectores productivos afectará a la renta disponible de los hogares, en función de su capacidad de ingresos, a lo que se une la inflación, que corroe el ahorro y también, el poder adquisitivo de los salarios”, avisa. No en vano, la tasa de inflación creció en junio un 2,6% según el índice adelantado y la inflación subyacente está en el 0,2%.

Su pronóstico contempla una mejora del sector exterior gracias a la evolución de la movilidad, a nivel nacional e internacional, con mayores exportaciones, sobre todo, para el sector industrial mientras que en el sector servicios y turístico augura “una recuperación mucho más lenta”, a la vez que espera que la recuperación de los países europeos ejerza “de tracción a nuestra economía”.

Su informe considera “importante” que, una vez iniciada la senda del crecimiento, “se aborden reformas necesarias fundamentales para cimentar el crecimiento” y entre las que menciona el plan de consolidación fiscal, una flexibilización mercado laboral, la reforma de pensiones o impulsar la competitividad de las empresas y fomentar la inversión privada y foránea. “De no producirse provocarán una factura muy pesada que comenzará a pagarse cuando termine la ayuda de Europa”, estiman los economistas.