Economía
Guindos defiende que la Sareb fue una herramienta “útil” que dio credibilidad a la banca y ayudó a la economía a crecer
-Subraya que los despidos y cierres de sucursales son “consustanciales” a las fusiones para mejorar la rentabilidad, pero aboga por “minimizar el impacto social”
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El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, defendió este miércoles que la Sareb “fue un instrumento útil”, que “está detrás de la reestructuración del sistema bancario español” y que permitió dar credibilidad al mismo al sacar de sus balances los créditos tóxicos, favoreciendo, por derivada, la mejora económica conseguida a raíz de ese proceso.
“Que no haya dudas hoy sobre el sistema bancario español tiene muchísimo que ver con esa situación y además ha ayudado a que, durante muchos años, la economía española haya crecido por encima de lo que ha sido la media comunitaria”, explicó durante su intervención en el ‘XXXVIII Seminario de la APIE: La Economía de la Pandemia', organizado en la UIMP. Sus manifestaciones tuvieron lugar al ser cuestionado por las palabras de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en el mismo foro apuntando que era “herencia” de la última crisis que ha obligado ahora al Estado a asumir su deuda.
“Yo no voy a entrar en comparación de herencias porque creo que es bastante evidente”, replicó Guindos, que fue el responsable de Economía cuando se creó la Sareb durante la crisis financiera. Según explicó, la creación de estos bancos malos “es una fórmula que se utilizaba en todos los rescates bancarios” y que, incluso, ha aconsejado adoptar ahora en Europa Andrea Enría, el responsable de supervisión bancaria común.
Al respecto recordó que la Sareb se creó en el 2012 cuando el problema para el país es que “teníamos más de ciento y pico mil millones de euros de créditos inmobiliarios dudosos y mal valorados”, una “losa tremenda”, que el banco malo permitió desalojar de los balances bancarios.
Guindos expuso que su construcción estuvo supervisada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, “de acuerdo con el plan de rescate bancario de España” y la valoración de los precios fueron supervisados, sobre todo, por el Banco de España. “Yo creo que la reforma al sistema bancario, conjuntamente con lo que fue la mejora de competitividad y la reforma laboral de España, según todos los analistas, está detrás de la de la mejora del comportamiento de la economía española entre el año 2013 y el 2019”, prosiguió.
En cuando a la deuda que aún arrastra y Europa ha obligado a incluir en la contabilidad nacional por encontrarse avalada refirió que “es deuda que no hay que emitir”, luego “no afecta a los planes de emisión del Tesoro”, y cuenta además con activos con un valor teórico de 35.000 millones de euros, “que se pueden ir vendiendo”.
Al respecto consideró “muy importante que se pueda recuperar el ritmo de ventas” por parte de la Sareb tras el parón sufrido por el mercado inmobiliario como respuesta a la pandemia, subrayando que a medida que enajene activos se irá “reduciendo su volumen de deuda” y, por tanto, la apuntada como deuda pública.
Durante su intervención se refirió también a los principales riesgos para la banca, subrayando la baja rentabilidad que el pasado año bajó al 0% en el sector europeo durante la primera parte del año por la fuerte creación de provisiones para encarar la crisis frente al 4% prepandemia y que ya era insuficiente.
Guindos refirió que es “un tema delicado” que el BCE estará “vigilando” porque “cualquier carencia de provisiones podría ser un elemento de vulnerabilidad para el sistema bancario en la situación actual” si erosiona la hucha de capital, que actualmente es alta. Según admitió, los analistas creen que las dotaciones “son las que necesitan”, pero dependerá de la evolución de la economía.
Para mejorar la rentabilidad volvió a prescribir atacar la partida de costes subrayando que las fusiones y adquisiciones “juegan un papel”. “No es un objetivo en sí mismo, pero sí un instrumento para intentar conseguir una mejora de rentabilidad”, algo que es necesario para mantener además un adecuado nivel de solvencia a largo plazo.
Al ser cuestionado sobre las declaraciones políticas demandando limitar los despidos e imponer una voluntariedad, Guindos admitió la preocupación por el menor impacto social, pero explicó que este tipo de transacciones son operaciones “de naturaleza defensiva” para intentar mejorar la rentabilidad y eso conlleva “reducciones de exceso de capacidad”.
“Es un procedimiento natural”, abundó, explicando que es “consustancial” a las propias fusiones que buscan mejorar los números aliviando los costes con salidas de personas y cierres de oficinas, aunque sí compartió la preocupación con que sea “lo menos doloroso posible desde punto de vista social”.
(SERVIMEDIA)
23 Jun 2021
ECR/gja