Violencia de género
Un estudio advierte de que las casas de acogida para víctimas de violencia machista fuera de su municipio pueden ser "contraproducentes"
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Un estudio liderado por la Universidad de Granada (UGR) revela que las casas de acogida fuera de su municipio resultan "contraproducentes" para la mayoría de mujeres víctimas de violencia de género, puesto que sufren desarraigo y se alejan de las personas cercanas y de confianza que tanto necesitan.
Publicado en la revista ‘Journal of Interpersonal Violence’, la investigación apunta que sería más acertado trabajar o intervenir con las personas cercanas (familiares, amistades...) para que supieran acompañar y comprender a estas mujeres en su proceso de salida de la violencia y en su recuperación.
Orientado a analizar cómo ayudar a una mujer que sufre violencia de género y quiere abandonar la situación, el trabajo proporciona además algunas de las claves que 53 supervivientes de violencia de género de tres provincias andaluzas (Granada, Sevilla y Córdoba) han compartido con las investigadoras.
Según explicó Amparo de Píñar Prats, alumna del programa de doctorado en Psicología de la Escuela Internacional de Posgrado de la UGR y autora principal del estudio, “lo principal y fundamental para casi todas ellas es el apoyo social, tanto formal como informal". "Las amistades y familiares por un lado y los recursos públicos, por otro, son imprescindibles”, recalcó.
Las participantes también resaltaron que escuchar a otras mujeres relatar situaciones y comportamientos violentos parecidos a lo que ellas sufrieron les hacía sentir comprendidas y entendidas en sus inquietudes, miedos y preocupaciones.
SENSIBILIZAR
Según De Píñar Prats, "a la hora de intervenir con mujeres supervivientes de la violencia de género para que salgan fortalecidas y con las menos secuelas psicológicas posibles, es importante sensibilizar e informar a la población en general para hacerles ver lo que su apoyo y ayuda suponen para las mujeres cuando dejan o quieren abandonar la violencia machista".
“Las intervenciones grupales con supervivientes tienen que ser la práctica habitual, asociada o no a las intervenciones individuales". "Estas intervenciones grupales tienen más beneficios que las terapias individuales en su recuperación psicológica, al poder identificarse con otras mujeres y no verse como víctimas", recalcó.
Por último , el estudio de la UGR hace una llamada de atención a las administraciones y revela que las intervenciones (psicológicas, formativas, laborales, etc.) deben prolongarse a lo largo del tiempo, ya que la violencia de género afecta a muchas facetas de la mujer y el trabajo no puede circunscribir a un momento determinado". "Tiene que existir una continuidad , como ellas demandan", concluye.
(SERVIMEDIA)
21 Jun 2021
AGQ/gja