Su imputación era previsible después de que el inspector de la ‘Gürtel’ Manuel Morocho declarara ante el magistrado haber recibido presiones por parte de sus superiores para que abandonara la investigación. Según lo que explicó el miércoles a García Castellón, fue Olivera quien le ofreció un destino en Lisboa para que dejara el caso.

Por eso, el juez le cita el próximo 28 de junio con el objetivo que aclare su supuesta participación en un dispositivo parapolicial creado para espiar a Bárcenas y para sustraerle la documentación que pudiera perjudicar al PP. Esa operación habría sido auspiciada desde el Ministerio del Interior y pagada con fondos reservados.

Morocho ha denunciado estas presiones en la comisión parlamentaria que investiga la trama, en su declaración durante el juicio por la ‘caja b’ del PP y ahora, de nuevo, ante el instructor de la ‘Kitchen’. Mañana, viernes, volverá a la Audiencia Nacional para continuar la declaración que quedó inconclusa el miércoles.

En esa primera jornada, explicó que mantuvo una reunión con Olivera en una cafetería en junio de 2013. En ese encuentro, el comisario le ofreció un puesto en Lisboa, otro destino en la ONU o incluso su traslado a la embajada de su interés.

García Castellón ha programado la declaración de Olivera justo para el día antes de la de la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospeda. Esa misma semana, el miércoles, también están llamados a declarar su jefe de gabinete, José Luis Ortiz, y su marido, Ignacio López del Hierro. La semana de declaraciones se cerrará el 1 de julio con la comparecencia de Villarejo y del exsecretario de Estado de Interior Francisco Martínez.