Sus manifestaciones, realizadas en entrevista a la Cadena SER recogidas por Servimedia, tienen lugar tras las dudas de si habría la foto que finalmente hubo y al ser cuestionada sobre lo que hubiera hecho, por ejemplo, Quim Torra de seguir al frente de la Generalitat cuando evitó el encuentro con el monarca en otros eventos como el Mobile World Congress.

“La verdad es que me sorprende la atención que ha captado una foto que es más bien anecdótica. Yo hubiera deseado que todas esas instituciones estuvieran juntas”, elaboró Calviño, apuntando a que lo “deseable” es que “todas las instituciones del Estado, incluyendo la Generalitat, hubieran estado presentes” al coincidir con una visita de Estado del presidente de Corea, que es un socio comercial importante y está siendo “muy productiva”.

La vicepresidenta económica recordó que cuando tomó posesión el gobierno de Aragonés indicó que “Cataluña tiene un papel muy importante que jugar”, y tiene “todo el interés” de que “sea el motor de crecimiento y prosperidad de nuestro país que ha sido en el pasado”. “Para eso tenemos que tener las mejores relaciones y trabajar lo mejor posible los distintos niveles de la administración. Desde luego, por mi parte, siempre he tenido una actitud muy constructiva con la Generalitat y yo espero que esto sea un síntoma y un signo de que han entendido que esta es la vía: la del diálogo y la del trabajo conjunto en favor del bienestar general”, elaboró.

Al ser preguntada por los empresarios catalanes que han expresado su apoyo a los indultos para normalizar la situación, Calviño indicó que este año hemos aprendido que “salud y economía van de la mano y de la misma manera, confianza y estabilidad”.

“Política y economía también van de la mano, con lo cual no me sorprende que los empresarios vean claramente que cuanta más estabilidad haya en el ámbito social, en el ámbito político, más posibilidades de tener un crecimiento económico sólido”, reparó, convencida de que “cuanto mejor vayan las cosas y más estable sea el entorno, mejor”.

Calviño expresó que cuando echa la vista atrás hacia el 1 de octubre con el referéndum y todo lo que lo rodeó, “que para mí fueron una enorme frustración y me pareció un síntoma de un fracaso colectivo”, está convencida de “claramente no tenemos que volver ahí”.

Apostó por “un futuro de diálogo, de reencuentro y de abrazos por simbolizar con ese cuadro que representa la transición” y “no uno de enfrentamiento y de revancha”. “Yo espero que esto sirva y que estemos en una nueva fase (..)mucho más productiva y mucho más constructiva”, reflexionó.