Según informó este lunes el Instituto Armado, a finales de marzo se localizó un primer alijo de 185 kilogramos de cocaína y en mayo se intervino otro de 1.212 kilogramos, ambos ocultos en contenedores originarios de Sudamérica.

En los dos casos, tras detectarse irregularidades en los contenedores, se procedió a su traslado al Centro Integral de Reconocimiento Aduanero que la Agencia Tributaria dispone en el recinto aduanero de Bilbao para realizar una inspección en profundidad.

A medida que la mercancía iba siendo descargada ya podía observarse la existencia de una serie de fardos no declarados que se asemejaban a los utilizados para el transporte de sustancias estupefacientes. En su interior se ocultaban gran cantidad de paquetes conteniendo la sustancia que resultó ser cocaína.

CONTROLES DESDE EL AÑO PASADO

Los 1.397 kilogramos aprehendidos hubiesen alcanzado en el mercado ilícito un valor superior a los 86 millones de euros. Las investigaciones continúan abiertas, no descartándose futuras detenciones.

Paralelamente, el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria ha iniciado investigaciones en materia de blanqueo de capitales.

La Guardia Civil explicó que estas aprensiones tienen como antecedente la incautación de 1.100 kilogramos de cocaína realizada por el Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en abril del pasado año (‘operación Hammer’).

A raíz de aquella operación la Dependencia Regional de Aduanas de la Agencia Tributaria en el País Vasco intensificó aún más los mecanismos de control aduanero sobre las importaciones de mercancías, enmarcado todo ello en el contexto del aseguramiento de la cadena logística del comercio internacional.