El magistrado ha procesado a estos tres presuntos etarras por delitos de asesinato, lesiones y estragos, todos ellos de carácter terrorista, según consta en el auto dictado hoy.

La resolución asegura que Zapiraín, Etxebarría y Pastor acudieron el 20 de septiembre a un polígono de Vitoria para recoger el coche-bomba, que trasladaron hasta Arrigorriaga (Vizcaya). Al día siguiente, Etxebarría y Pastor trasladaron el vehículo a Santoña mientras Zapiraín hacia labores de “lanzadera” conduciendo un coche por delante de ellos.

Pedraz afirma que los terroristas aparcaron el coche-bomba sobre las 14.00 horas del 21 de septiembre en la calle Almirante Carrero Blanco de Santoña, de tal modo que el maletero quedó orientado hacia la fachada de la residencia militar.

Pasada la medianoche del 22 de septiembre del 2008, Pastor llamó a la central de la Asociación de Ayuda en Carretera DYA en San Sebastián y alertó “en nombre de ETA” de la colocación de un “potente coche-bomba” frente al patronato militar de Santoña.

La explosión tuvo lugar sobre las 1.00 horas, mientras el edificio estaba siendo desalojado, y provocó la muerte de Conde de la Cruz, quien estaba abandonando la residencia militar. Además de la muerte del brigada, la explosión hirió a cuatro personas y produjo unos daños materiales valorados en 487.776 euros.

El atentado fue reivindicado por ETA a través de un comunicado publicado en el diario “Gara” el 6 de noviembre de 2008.

AUTOINCULPACIÓN

En el apartado de pruebas, Pedraz destaca en su auto que tanto Zapiraín como Etxebarría reconocieron su participación en los hechos e inculparon a Pastor durante la declaración que prestaron tras ser detenidos. Zapiraín confirmó su declaración durante su comparecencia en la Audiencia Nacional.

Zapiraín, Etxebarría y Pastor, en prisión provisional desde el 5 de abril, deberán comparecer el próximo 26 de octubre ante la Audiencia Nacional para que se les comunique su procesamiento.

El juez Eloy Velasco procesó en abril pasado a Pastor, Zapiraín y Etxebarría por ser presuntamente los autores materiales del atentado perpetrado en octubre de 2007 en el Barrio de la Peña de Bilbao contra el escolta de un concejal del PSE, que logró finalmente salvar la vida.

A los miembros del “comando Otazua” se les atribuyen además en otras causas una decena de atentados, entre ellos el asesinato el 19 de junio de 2009 del inspector de la Policía Nacional Eduardo Puelles.