Según informó este martes la Policía, como integrantes de esta red han sido detenidas ocho personas en Cuenca (7) y Alicante (1), al tiempo que han sido liberadas siete víctimas que estaban en manos de estos proxenetas.

El entramado desarticulado poseía una fuerte infraestructura y estaba conformado por personas provenientes de Paraguay, Rumanía y España que mantenían un perfecto reparto de papeles. El ámbito de actuación de los arrestados se localizaba en la provincia de Cuenca, donde las víctimas eran controladas y explotadas en el ejercicio de la prostitución prevaliéndose de su estado de necesidad.

La red captaba a sus víctimas en Paraguay para, posteriormente, ser trasladadas en coche hasta Brasil donde cogían vuelo, con escala en Francia o Reino Unido, hasta las provincias de Valencia o de Madrid.

150.000 EUROS AL AÑO

Una vez en España, las mujeres eran trasladadas en automóvil hasta Cuenca, donde se les obligaba a prostituirse en las condiciones que ellos imponían. Con ello pretendían que cubrieran el pago de la deuda que habían adquirido con motivo de su viaje hasta España, y que ascendía a 1.500 euros aproximadamente.

Durante la investigación, los agentes detectaron que cada miembro del entramado se encargaba de un aspecto concreto de la actividad delictiva -captación, recepción y acogimiento- siendo su destino final de explotación en la localidad de Graja de Iniesta (Cuenca). Los investigadores estiman que la organización obtuvo unos 147.860 euros de beneficios durante el último año.

La Policía destacó que la presente investigación se enmarca dentro del vigente Plan Policial Contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, que es “una lacra que tiene como víctimas principales a personas que son traídas a España mediante engaño, aprovechándose de su especial situación de vulnerabilidad y prometiéndoles trabajos dignos, pero finalmente son obligadas bajo amenazas al ejercicio de la prostitución”.