Esa iniciativa fue aprobada por el Parlamento Vasco con el respaldo de todos los grupos, y ahora debe ser tramitada en el Congreso de los Diputados en medio de las exigencias planteadas por el PNV a los socialistas al vincular la toma en consideración de esa propuesta con una posible negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2010.

Los socialistas reconocen su disposición favorable a cerrar ese blindaje pese a admitir que ese término debe ser adecuadamente explicado a la opinión pública para evitar que sea entendido como un privilegio de las haciendas vascas sobre las de su entorno.

Precisan, en este sentido, que ese blindaje sólo colocaría a las normas fiscales de las diputaciones vascas en las mismas condiciones de protección que las aprobadas por las demás comunidades autónomas, que al tener rango de ley aprobada por el Parlamento sólo es recurrible ante el Tribunal Constitucional, mientras que actualmente las vascas, al emanar de las diputaciones, tienen rango de reglamento y pueden por ello ser recurridas ante los tribunales de lo contencioso-administrativo.

El PSOE asegura que quiere ser coherente con lo que votaron los socialistas vascos y reconoce además que el PNV es uno de los partidos con los que puede sacar adelante los Presupuestos para 2010, incluso en el caso de que fueran vetados por el Senado, en cuyo caso necesitaría mayoría absoluta.

RESISTENCIAS POLÍTICAS

El obstáculo técnico podría salvarse con una reforma de las leyes orgánicas del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, y la pretensión expresada por los socialistas es avanzar en la negociación a partir de que la iniciativa sea tomada en consideración, para lo cual sólo necesita más votos a favor que en contra, con lo cual bastaría la abstención del PP.

Sin embargo, en el PSOE intentan también vencer las resistencias políticas expresadas por la dirección del PP, al igual que, subrayan, hacen los propios dirigentes de ese partido en Euskadi, con Antonio Basagoiti a la cabeza, que también respaldaron la iniciativa en el Parlamento vasco.

En el PP aseguran que respaldan el blindaje aunque también recelan de ese término por juzgarlo "excesivo" y mal entendido por muchos ciudadanos, pero sobre todo, reconocen que en este asunto no quieren desligarse del PSOE y no ocultan su temor a que la toma en consideración en el Congreso pudiera salir adelante con su único voto en contra.

Las resistencias del PP obedecen en buena parte a la constatación de que socialistas y PNV pueden hacer de ese blindaje la moneda de cambio para la aprobación de los Presupuestos, ante la coincidencia en el tiempo de la tramitación parlamentaria de ambos asuntos.

A pesar de todo ello, en el Grupo Parlamentario Popular rebajan considerablemente las reticencias expresadas por dirigentes del partido, especialmente María Dolores de Cospedal, y subrayan que son conscientes de la necesidad de esa medida para el desarrollo del País Vasco.

Los diputados del PP ya han tenido algún contacto para tratar ese asunto con el secretario general del Grupo Socialista, Eduardo Madina, pero aseguran que se reservarán su voto hasta el último momento, es decir, hasta el mismo martes en que se debata y se vote la iniciativa del Parlamento Vasco.