Cáncer infantil

Los pediatras aseguran que uno de cada 500 adultos pudo tener un tumor de niño y tener secuelas

MADRID
SERVIMEDIA

La Asociación Española de Pediatría (AEP) aseguró en su II Congreso Digital que uno de cada 500 adultos españoles puede haber tenido un tumor de niño y manifestar secuelas a lo largo de toda su vida. Los expertos también destacaron que en España se diagnostican cada año unos 1.100 casos de cáncer en menores de 14 años con una supervivencia del 81%.

Según informó este jueves la AEP, el cáncer infantil es una enfermedad poco frecuente que representa únicamente el 1% o 2% de los casos detectados en adultos. En España se diagnostican cada año alrededor de 1.100 casos de enfermedad tumoral en menores de 14 años, según datos del Registro Español de Tumores Infantiles (RETI).

Sin embargo, el espectacular aumento en el índice de supervivencia experimentado en las últimas décadas -el 81% a los cinco años según los datos del RETI de 2020-, pone de manifiesto la importancia de elaborar un plan de seguimiento a largo plazo -adaptado a cada caso en función de las particularidades del diagnóstico y tratamiento- para detectar precozmente las secuelas que vayan apareciendo y poder garantizar la calidad de vida de estos pacientes.

A este respecto, la directora de la Unidad de Pediatría y Áreas específicas del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, la doctora Catalina Márquez Vega, subrayó que “a pesar de su baja incidencia, el cáncer sigue siendo la primera causa de muerte por enfermedad en los niños mayores de un año. Los más frecuentes son las leucemias y aquellos que afectan al sistema nervioso central; juntos suponen el 50% de los tumores infantiles”.

LARGOS SUPERVIVIENTES

El tema del largo superviviente, explica, “es una cuestión que nos planteamos desde hace unos años, cuando empezamos a ver este aumento espectacular en la supervivencia y, con ello, en el número de personas que tendrá secuelas a lo largo de su vida. Se estima que 1 de cada 500 adultos ahora mismo puede ser superviviente de un cáncer infantil”.

De hecho, la oncología pediátrica trabaja para intentar minimizar los efectos secundarios de los tratamientos y garantizar la calidad de vida de los pacientes, en los que las secuelas, tanto físicas como psicológicas, pueden manifestarse incluso varios años después de haber superado la enfermedad.

Con respecto a las secuelas que puedan aparecer, va a depender de factores diversos como la localización del tumor, el diagnóstico o el tratamiento recibido. Entre las más frecuentes se encuentran las que afectan al sistema endocrino y al aparato reproductor, algo que hay que tener en cuenta si se desea tener hijos en el futuro, ya que se puede recibir orientación para intentar hacer un tratamiento de preservación de la fertilidad.

Por otro lado, están los problemas cardiacos causados por la toxicidad que pueden inducir algunos tratamientos antitumorales que, junto con el sedentarismo, la hipertensión y la obesidad, pueden favorecer la aparición de enfermedades coronarias.

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS

En cuanto a las consecuencias psicológicas, la especialista explicó que, después de haber estado una temporada larga fuera de su círculo habitual, pueden surgir problemas a la hora de volver a relacionarse con sus compañeros y amigos. Un efecto que la familia puede llegar a ‘agravar’ por sobreprotección, “al no dejar que se desarrollen como el resto de los niños de su edad”.

Actualmente el seguimiento de cada paciente es variable en función del tipo de tumor que haya tenido y la terapia que haya recibido, oscilando, según el caso, entre los cinco y los diez años posteriores a la finalización del tratamiento.

Sin embargo, como apuntaron los expertos, se ha visto que, conforme aumentan los años de seguimiento, siguen apareciendo nuevas secuelas, por lo que lo más adecuado sería hacer un seguimiento individualizado durante toda la vida. “Los niños o adolescentes a los que se les ha diagnosticado y tratado un cáncer van a vivir muchos; no se trata solo de controlarles a corto plazo para descartar recaídas, sino de observar precozmente las secuelas que pueden ir apareciendo”, apuntó la doctora Márquez.

(SERVIMEDIA)
03 Jun 2021
ABG/gja