Lo dijo durante la presentación en la sede de su Ministerio de los resultados del ‘Informe sobre los riesgos asociados al consumo de bebidas energéticas’, elaborado por el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), en un acto en el que estuvieron presentes la directora de este organismo, Isabel Peña-Rey, y la coordinadora del estudio, Carmen Rubio.

Garzón lamentó que este tipo de alimentos se asocien al combinado nacional de fútbol, lo que, a su juicio, pone de manifiesto lo insuficiente de la ley que regula la publicidad de alimentos no saludables dirigida a menores.

Precisamente, su departamento está dispuesto a regular por decreto la publicidad de alimentos y bebidas de baja o nula calidad nutricional, si no se produce un acuerdo sobre esta cuestión entre la industria, las asociaciones de consumidores, los anunciantes y los grupos de protección de la infancia.

Consumo también contempla la reforma en profundidad del Código PAOS, un sistema de autocontrol por parte de las empresas para regular la publicidad de alimentos destinada inicialmente a menores de 12 años.

Por esa razón, y tras reconocer que este caso demuestra que el Código PAOS “no está funcionando lo bien que debería”, reiteró su pretensión de regular la publicidad dirigida a un público infantil para “hacer imposible que esos contenidos lleguen a los menores”.