Según informó la UME, el curso tiene por objeto preparar al personal militar encargado de intervenir en emergencias de carácter tecnológico o medioambiental, proporcionándoles conocimientos teóricos y prácticos.

Los adiestradores usaron la supuesta explosión de una gasolinera próxima al puerto y sus consecuencias como parte del escenario en el que los alumnos pusieron en práctica los conocimientos aprendidos ahora en materia de actuación ante incendios industriales y accidentes medioambientales.

El capitán Montiel desplegó parte de su Compañía de Emergencias Tecnológicas en dos equipos, uno hizo frente al incendio tanto con agua como espuma de baja y media expansión. Mientras, el segundo equipo entró en el edificio con los equipos respiratorios y las líneas de defensa para rescatar posibles supervivientes.

En el simulacro se fingió un vertido de combustible en el puerto que amenazó la reserva natural situada a 10 km de la ciudad. El capitán Esteban, del Gietma de la UME, lideró el despliegue de las barreras de contención de hidrocarburos. A su cargo, 20 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias que, junto a dos militares del Ejército del Aire, otros dos de la Armada, tres bomberos de Madrid, un médico del SUMA y un instructor del Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos de Gijón, intentaron evitar que el combustible derramado causara una catástrofe medioambiental.

El ejercicio realizado por los militares de la UME, con el “apoyo y la experiencia de los compañeros del Centro de Instrucción de Seguridad Interior de la Armada y del Tren Naval de Ferrol”, finalizó este viernes después de tres intensas semanas.