En unas declaraciones en Onda Cero recogidas por Servimedia, Garamendi puntualizó que el nivel de inmunidad frente al Covid en este momento “no es el que nos decían que era” y “no se pueden aplicar fórmulas en junio cuando vamos a tener que aplicarlas en septiembre”.

Así, una vez que finalice la nueva prórroga, el 30 de septiembre, el presidente de CEOE consideró que “vamos a tener que hablar de otra cosa”. “No soy partidario de que el Estado subvencione” constantemente y “esto no es el día de la marmota y afortunadamente va a cambiar” y “las empresas van a ir arrancando”, según explicó.

Garamendi agradeció al Gobierno “que haya considerado necesario mantener el nivel de exoneraciones” para los trabajadores suspendidos en ERTE en la nueva prórroga y que “en algunos casos hasta se mejora”. El Gobierno y los agentes sociales alcanzaron un preacuerdo ayer, miércoles, una vez que se solventaron los escollos que había con CEOE en la parte de las exoneraciones de cotización.

El presidente de CEOE señaló que, frente a “poner en tela de juicio la voluntad de los empresarios” para abrir los negocios por sentirse “cómodos” con las exoneraciones, “yo estoy viendo lo contrario”. Se preguntó si una empresa ‘zombi’ que sabe que lo es, está dispuesta a seguir pagando Seguridad Social.

No obstante, desde CEOE se insistió en rechazar la postura de exonerar más por los trabajadores que salen del ERTE que por los que se mantienen suspendidos, pero “si te dan ayudas, yo no le voy a decir que no” y es “fenomenal para empresas que están asfixiadas”.

Finalmente, en la nueva prórroga de los ERTE, las exoneraciones de cotización en el caso de los sectores considerados “ultraprotegidos” por estar más afectados por la crisis y su cadena de valor son más elevadas para los trabajadores que salen de los expedientes -del 95% y el 85%, dependiendo de si tienen menos de 50 trabajadores o más, respectivamente- que para los que se mantienen -oscilan entre el 60% y el 85%-. El esquema de la prórroga vigente hasta que termine este mes establece exoneraciones entre el 75% y el 85%, siguiendo el criterio de beneficiar más a las que tienen menor plantilla.

En los ERTE por limitación de la actividad, las nuevas exoneraciones oscilan entre el 65% y el 85%, y en los ERTE por impedimento por decisiones de las administraciones habrá exenciones de cuota del 90% y el 100% durante el periodo en el que la empresa esté cerrada.