Tal y como recoge Funcas en su último número de la publicación ‘Cuadernos de Información Económica’, de esos 60.000 millones de exceso de ahorro calculados, 32.000 millones corresponderían a ahorro precautorio y 28.000 millones a ahorro forzoso.

Reconoce que “esta bolsa no se va a gastar en su totalidad, pero proporciona un importante potencial de crecimiento al consumo o a la inversión de los hogares”, de modo que “cabe esperar un ‘shock’ positivo sobre el gasto cuando se levanten las limitaciones a la movilidad y se vaya culminando el proceso de vacunación”.

Funcas explica que la caída en la renta disponible bruta en los hogares en 2020 provocada por la pandemia fue del 3,3% mientras que el excedente bruto de explotación de las empresas bajó un 18%, la mayor caída de la serie histórica, y su renta disponible bruta se redujo un 17%.

El impacto de la pandemia sobre las cuentas de las familias fue más moderado que el sufrido por las empresas “debido a que el grueso de las medidas de protección instrumentadas por el Gobierno se ha orientado a los hogares”.

La publicación constata que “se ha producido un aumento del endeudamiento, de la presión financiera, del porcentaje de las empresas que presentan resultados negativos y de las que se encuentran en situación de vulnerabilidad”, reflejándose todo ello en una reducción en el número de empresas.

Por otro lado, este informé detalló que el porcentaje de población que ha realizado algún pago con el teléfono móvil subió desde el 55,7% antes de la pandemia hasta el 63,2% en los últimos meses de 2020.

Además, el uso de aplicaciones para transferir dinero entre particulares, de las que el ejemplo más expresivo en España es Bizum, creció del 62,8% al 75,3% en este mismo periodo.