Por ello, ha puesto en marcha una campaña virtual para la recogida de firmas, a través de "www.actuaconamnistia.org", con el propósito de terminar con la pena de muerte a menores, en el camino hacia la abolición total de la pena capital.

Estas firmas, junto con las recogidas por la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, se entregarán el próximo 20 de noviembre, Día Internacional de los Derechos de la Infancia y vigésimo aniversario de la Convención de los Derechos del Niño, que Arabia Saudí, Irán, Sudán y Yemen están obligados a respetar.

Por otro lado, en un nuevo informe titulado "Pena de muerte: ¿una pena en vías de extinción?" y publicado hoy, Amnistía recalca que la mayor parte del mundo avanza hacia la abolición de este castigo con paso lento, pero firme.

Así, el año pasado acabó con una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que pide una moratoria de las ejecuciones como primer paso hacia la suspensión total.

Además, Burundi, Togo y el estado de Nuevo México (Estados Unidos) se unieron este año a la lista de países abolicionistas por ley para todos los delitos, que suma ya 94 países, a los que se añaden otros 10 que han suprimido la pena de muerte para delitos comunes y otros 35 que son considerados abolicionistas en la práctica.

En total, 139 países son abolicionistas de la pena de muerte, por 58 que mantienen las ejecuciones, aunque muchos no recurren a ellas desde hace años.

DATOS PREOCUPANTES

Sin embargo, Amnistía señaló que, a pesar de los avances registrados y de los buenos augurios, sigue siendo muy preocupante el uso de la pena de muerte.

Por ejemplo, en Irán se incrementaron las ejecuciones en el periodo transcurrido entre las elecciones presidenciales y la investidura del presidente del Gobierno y en Estados Unidos ya se rebasó el pasado mes de septiembre la cifra total de ejecuciones de 2008, al igual que en Irak, donde en los primeros nueve meses del año se documentaron 15 ejecuciones más que en todo 2008.

Por su parte, Japón continúa ejecutando a personas con enfermedad mental y el estado de Aceh (Indonesia) ha reinstaurado este año las lapidaciones.

Por último, Amnistía Internacional recordó que dos españoles están condenados a muerte: Pablo Ibar, en el corredor de la muerte en Florida (Estados Unidos) desde 2000, y Nabil Manakli, ciudadano español de origen sirio, detenido en 1997 en Yemen y condenado a la máxima pena en 2003.