Investigación
Reconstruyen en 3D los circuitos de ‘oxitocina’ y ‘vasopresina’ implicados en el comportamiento social en el cerebro
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Investigadoras del instituto de Neurociencias UMH-CSIC de Alicante han reconstruido en 3D los circuitos de oxitocina y vasopresina, implicados en los comportamientos sociales, en el cerebro de ratón mediante la combinación de novedosas técnicas para transparentar el cerebro y de microscopía de alta resolución.
Según informó este viernes el centro de investigación, el trabajo, llevado a cabo por las investigadoras Pilar Madrigal y Sandra Jurado, del UMH-CSIC en Alicante, se ha publicado en ‘Communications Biology’, revista del grupo ‘Nature’.
La directora del laboratorio de Neuromodulación Sináptica y de la Unidad de Neurobiología Celular y de Sistemas del Instituto de Neurociencias, la doctora Sandra Jurado, explicó que “nuestro análisis en profundidad del circuito oxitocina-vasopresina en el cerebro del ratón ha revelado que la oxitocina y vasopresina tienen una dinámica distinta a lo largo del desarrollo embrionario. Es probable que estas adaptaciones modulen las propiedades funcionales de diferentes regiones del cerebro según su etapa de desarrollo, contribuyendo al perfeccionamiento de los circuitos neuronales que están en la base de los comportamientos sociales”.
De estructura muy parecida, la oxitocina y la vasopresina son dos neuropéptidos muy conservados en la escala evolutiva que están implicados en la regulación de comportamientos sociales complejos como el comportamiento maternal o los vínculos de pareja.
ALTERACIÓN DE LOS CIRCUITOS
Aunque se desconoce cómo la oxitocina y la vasopresina interactúan en el cerebro, numerosos estudios en animales y humanos sugieren que las alteraciones de estos circuitos pueden estar en la base de trastornos mentales caracterizados por déficits en la interacción social, como el autismo, la ansiedad y la agresividad social o la esquizofrenia.
“Para nosotros ha sido muy importante identificar cómo se forman estos circuitos durante el desarrollo del cerebro en los ratones, para poder detectar las potenciales alteraciones que podrían estar relacionadas con trastornos sociales”, resaltó la doctora Jurado.
Producida en el hipotálamo, la región del cerebro encargada de coordinar funciones esenciales para la supervivencia, la oxitocina actúa como hormona y como neurotransmisor. Esta pequeña molécula de 9 aminoácidos juega un importante papel tanto en funciones básicas como el balance osmótico en especies de invertebrados hasta conductas complejas como la reproducción y las conductas maternales en humanos.
Aunque es más conocida por aumentar la contracción muscular durante el parto, también tiene un papel muy importante en las conductas reproductivas y sociales. Gracias a esta hormona, somos capaces de mantener relaciones afectivas con nuestros semejantes.
Una de las relaciones más primitivas y fuertes en mamíferos es precisamente la estrecha relación entre una madre y sus hijos. Además, la oxitocina, también es conocida popularmente como “hormona del amor”, ya que promueve el contacto social, las preferencias de pareja y el apego posterior. Además, produce sensación de seguridad y bienestar y reduce el estrés.
De manera similar, la vasopresina promueve el contacto social, la preferencia de pareja y apego, modula las conductas territoriales frente a posibles rivales del mismo sexo, e incrementa la atracción y las conductas sexuales y reproductivas.
(SERVIMEDIA)
21 Mayo 2021
ABG/gja