Así lo indicó en el debate de investidura, donde criticó que Aragonès dijera en su discurso que su “obsesión” es hacer un referéndum como Escocia, cuando existe una pandemia. Carrizosa aclaró que a la “mayoría” de los catalanes no les preocupa la independencia, la amnistía o la autodeterminación”, sino el empleo, los servicios sociales o la recuperación económica.

Asimismo, comentó que la idea de Aragonès de “Cataluña, un solo pueblo” desprecia a los sentimientos de pertenencia “más comunes” en España, sentirse catalán y a la vez español. Es un discurso, a su juicio, “anacrónico y rancio” que sería “inimaginable” en cualquier otro candidato a la investidura de cualquier país democrática de la Unión Europea

También criticó que hayan ampliado las consejerías de 13 a 14 por su “vocación” de ampliar los “chiringuitos y los colocados” y al final, “controlar” la sociedad catalana, al tiempo que acusó a Aragonès de hacer un discurso “populista” digno del expresidente de EEUU, Donald Trumo.

Además, comentó que su partido dará 100 días a un nuevo Gobierno con nuevos consejeros para ver si hacen “algo realmente distinto a lo que hicieron antes”, aunque no tienen “ningún tipo de esperanza”, pero no le darán ni un día si “desgajan” Cataluña de España y si promueven el “embate” al Estado para “forzarle” a convocar un referéndum.

PSC Y JUNTS

Por otro lado, Carrizosa aseguró que el líder de ERC, Oriol Junqueras, “delinquió” desde el Gobierno de la Generalitat y que por eso está condenado. En este sentido, destacó que él no olvida y pidió que, si se le quieren hacer homenajes sea en la sede de su partido, pero no en la Generalitat, donde se “cometió el delito” contra la mayor de la sociedad catalana.

Durante su discurso, también cargó contra el diputado de Junts per Catalunya (Junts) Albert Batet, quien a su juicio se está convirtiendo en el “maulet” por la deriva que está cogiendo la antigua Convergència.

Además, acusó a los socialistas por haber admitido que hay un “conflicto político” entre Cataluña y España y pidió al portavoz del PSC en el parlamento catalán, Salvador Illa, que durante su oposición tienda puentes con el constitucionalismo y no solo con el separatismo.

Ante esta situación, lamentó que si siguen así solo encontrarán “frustración y consecuencias legales”. Por ello, instó a hacer una “movilización constitucionalista” para acabar con la hegemonía del poder nacionalista con el que se comete “todo tipo de abusos”.