En una entrevista en Cope recogida por Servimedia, Marlaska fue preguntado por las informaciones periodísticas que han indicado que él se opuso dentro del Gobierno a la acogida hospitalaria a Ghali por temor a una represalia de Marruecos.

El ministro no confirmó estas noticias y aseguró que “todas las decisiones son decisiones de Gobierno” y con el líder saharahui se actuó por “razones humanitarias”, criterio que dijo “es suficientemente importante”.

Preguntado sobre si el Ejecutivo no calibro de forma adecuada las consecuencias que esta acción podía tener, afirmó que un “gesto humanitario de esta relevancia nadie puede concebir que tenga como respuesta situaciones como las que hemos visto (en Ceuta), donde visto a menores pasar a nuestro país en condiciones de riesgo concreto”.

RETORNO DE LOS MENORES

En cuanto a la situación actualmente en Ceuta, Marlaska se refirió a que el panorama en estos momentos es de “cierta normalidad”, después de que de las 8.000 personas que entraron en la ciudad española en los últimos días ya han sido devueltos 6.500 adultos.

Sobre los menores y miembros de “colectivos vulnerables”, explicó que se está gestionando el “requerimiento” de los padres y familiares de muchos de los niños para que sean devueltos a Marruecos. En este sentido, indicó que sobre la “mayor parte” de los menores hay una petición de sus progenitores para que sean entregados.

Al mismo tiempo, sobre las relaciones con Marruecos, el ministro indicó que España mantiene unas “relaciones importantísimas” y “fraternales” con este país, pero que en estos momentos hay un “desencuentro” que espera que se resuelva por la vía diplomática entre en el tiempo “más breve posible”.

“Dejemos que la diplomacia trabaje”, afirmó el titular de Interior, quien añadió que con un trabajo “callado” y “serio” al respecto el distanciamiento entre España y Marruecos será “muy breve”, porque ambos países “se conocen, se estiman y se respetan”.