Según informó este jueves el Instituto Armado, una de las actuaciones es la 'operación Slice', en la que se ha actuado contra siete empresas alimentarias situadas en las provincias de Madrid, Córdoba, Toledo y Badajoz que vendían embutidos comunes como si fueran ibéricos.

Asimismo, en Salamanca se ha encausado a un hombre y una mujer por la venta irregular de productos ibéricos empleando ilegalmente la imagen de la Denominación de Origen Protegida (DOP) de Guijuelo.

En la 'operación Slice' se ha detenido a seis personas e investigado a otras dos por manipular y falsificar la trazabilidad y el etiquetado de productos cárnicos, como lomo y jamón. Se les imputan los delitos contra la salud pública, estafa, falsificación, contra la propiedad industrial y hurto relativo al mercado y a los consumidores.

ETIQUETAS FALSAS

En empresas situadas en las provincias de Madrid, Córdoba, Toledo y Badajoz han sido intervenidos un total de 63.123 envases de productos loncheados, que en el mercado hubieran alcanzado un valor de 967.000 euros y hubieran ocasionado un riesgo para la salud pública, al ser considerados no aptos para el consumo.

La investigación se inició el pasado año, cuando se detectó una documentación sospechosa relativa a unos lotes de envases de loncheados de lomo, paleta y jamón que habían sido preparados para la comercialización como productos de cebo ibérico e ibérico en una nave de Córdoba. Desde allí se enviaban a una importante cadena de supermercados para su venta a nivel nacional, la cual desconocía la falsedad de los productos.

Por lo que se refiere a la actuación en Salamanca, se ha investigado un hombre y una mujer residentes en La Carolina (Jaén) que estaban al frente de una empresa que comercializaba jamón de cerdo común como si fuera “100% bellota” y de Guijuelo. Vendían su producto a un precio muy inferior al del mercado, con lo que obtenían grandes beneficios.

A los encausados se les han intervenido más de un millar de vitolas y etiquetas con los logotipos falsificados de la DOP Guijuelo y de varias empresas salmantinas, así como siete jamones y lomos ya etiquetados falsamente y dispuestos para su envío. Además, se inmovilizaron numerosos jamones y lomos al no poder demostrarse su trazabilidad, ni poder garantizar su aptitud para el consumo.