Según informó Unicef, India ha registrado en las últimas 24 horas 414.188 nuevos casos, cifra récord de contagios, y un total de 3.915 muertes, una situación que está afectando especialmente a niños y bebés.

Lo está haciendo en forma de contagios y de pérdida de padres y cuidadores, lo que está dejando a muchos de ellos en la indigencia, con el consiguiente riesgo de caer en las redes de adopción ilegal, un fenómeno que están comenzando a insinuarse en las redes sociales.

Por ello, Unicef urgió a promover “mayores esfuerzos” para proteger a los niños mediante la promoción del cuidado por parte de sus parientes, la búsqueda de familiares, el refuerzo de los medios oficiales y la aceleración de las ayudas a las familias más vulnerables.

La incidencia de la pandemia en India, insistió Unicef, está teniendo “consecuencias nefastas” para los niños “cuyo acceso a los servicios básicos de salud, sociales, de protección y educación se ve limitado”.

Señaló que los niños “se enfrentan a problemas de salud mental y corren un mayor riesgo de sufrir violencia, ya que los confinamientos les alejan de sus redes de apoyo vitales”, al tiempo que se pierde “la inmunización rutinaria que salva vidas, la atención de emergencia y el tratamiento para la neumonía y otras enfermedades”.

A ello se suma el hecho de que, a medida que el sistema sanitario se colapsa, las mujeres embarazadas tienen problemas para encontrar hospitales donde parir, mientras que la pandemia podría incidir todavía más en la nutrición infantil y la prestación de servicios en India.

Unicef también alertó de que el cierre de escuelas está alejando a 247 millones de menores de la educación primaria y secundaria, una situación ante la cual está trabajando para “garantizar que los servicios críticos para los niños más vulnerables sigan funcionando en todos los estados”.

Tras recordar los suministros básicos que ha enviado a India para paliar la situación provocada por la pandemia, animó a “hacer mucho más, mientras el brote continúe expandiéndose con rapidez”.

Por último, consideró “más importante que nunca” seguir los comportamientos y protocolos frente al virus, ya que “las vacunas no son la fórmula mágica” y se ha de “seguir llevando mascarilla y manteniendo la higiene de manos y la distancia social”.