Según informó este viernes el Ministerio del Interior en una nota, los arrestados formaban parte de una organización criminal más amplia dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. En la operación policial se liberó a dos mujeres y se registró el club de alterne y una gestoría en la que se incautaron 10.221 euros en efectivo.

La investigación se inició gracias a la declaración de una víctima que denunció haber sido explotada sexualmente en un club de la ciudad de Santander. Tras meses de pesquisas, los agentes determinaron la existencia de una trama criminal que operó en diversos clubes de alterne de Cantabria y de otras regiones.

La organización contaba con una estructura escalonada en la que se incluían, entre otros, testaferros, encargados de clubes de alterne y personal de seguridad. El modus operandi empleado consistía en el uso sistemático de sociedades instrumentales al frente de los clubes, cuyos administradores asumían las responsabilidades penales y administrativas a cambio de una remuneración mensual.

Los encargados de los clubes captaban a las mujeres en sus países de origen y las obligaban a prostituirse en los locales con amenazas y coacciones. Forzaban a las víctimas a realizar jornadas agotadoras como único medio de pago de la deuda contraída. Debían cumplir con estrictas normas impuestas por los explotadores, y recibían amenazas de muerte para asegurar su silencio.

La operación ha concluido con la liberación de dos mujeres y la detención de cuatro miembros de la organización, tres en Cantabria y otro en la provincia de Granada.