La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, señaló durante la presentación que “ojalá” no hubieran tenido que hacer esa lona y que la campaña no hubiese derivado en algo que la generase.

A pesar de ello, creyó “imprescindible” que los madrileños visualicen en qué se está convirtiendo la campaña y el “peligro” de no hacer nada, de “cerrar los ojos” ante estos “insultos”, ante este “atolladero” y esta polarización a la que algunos partidos y políticos “irresponsables” les quieren llevar.

Por desgracia, añadió, no caben todos los insultos y ataques que se han escuchado durante la campaña, sino que han tenido que escoger, porque, a su juicio, está siendo “insoportable”. Al respecto, comentó que el único “antídoto”, la “paz” ante el conflicto y la “sensatez” ante la “locura” está siendo el candidato de su partido a estos comicios, Edmundo Bal.

A su juicio, Bal no representa ese Madrid “a garrotazos” que pintó Goya, ni que se repliquen “insultos de 1936”, sino un Madrid de “concordia” y “moderno”. En este sentido, dijo que no quiere tener que explicar a los niños qué significa ser “brigadista, quintacolumnista o ser facha”, o por qué algunos les llaman “traidores”.

Ante esta situación, confió en la “fuerza” de Madrid y que el 4 de mayo se acaben esos insultos. Para conseguirlo, destacó Arrimadas, hay una “goma de borrar enorme” que es votar “centro”, votar Edmundo Bal, es votar “sensatez” y votar el “mejor” proyecto para todos los madrileños.