En declaraciones a los medios de comunicación, Montesinos celebró que “quedan sólo siete días para que gane la libertad y Pedro Sánchez tenga un pie fuera de La Moncloa”. Auguró que el 4 de mayo los madrileños dirán “alto y claro que el proyecto de la mentira y la ineficacia en la gestión" que atribuyó a Sánchez "está agotado”.

“Ha comenzado la cuenta atrás para Pedro Sánchez y Pablo Iglesias”, opinó, al tiempo que aseguró que el PP mantendrá su rumbo en la recta final de la campaña y seguirá trasladando un mensaje “en positivo”. Pidió la unidad del voto en torno al centroderecha y también apeló al “votante socialista clásico” que está “descontento y harto de Sánchez”.

A ese votante socialista le aseguró que “el PP también es su casa”. “Que escuchen a socialistas como Joaquín Leguina, Nicolás Redondo o Fernando Savater, y que apuesten por el PP”, les recomendó en este momento en el que, según su apreciación, “el sanchismo está acabado”.

Tras conocerse ayer que la ministra de Industria recibió un sobre con una navaja aparentemente ensangrentada, Montesinos condenó de manera “firme y contundente todas las amenazas”. No obstante, avisó de que “la sobreactuación no es buena ni tampoco la radicalidad y la crispación”.

En este punto, llamó a reflexionar sobre las declaraciones del expresidente Mariano Rajoy tras recibir un puñetazo en un mitin en Pontevedra. “Explicaba que la sociedad española no era eso, que es una sociedad tranquila, abierta, de concordia y que lo que le pasó es la excepción que confirma la regla. Es una reflexión interesante que hoy deberíamos llevar al debate de la opinión pública”, recomendó Montesinos.

Insistió así en que “no es buena la sobreactuación” y defendió que el PP está “en la concordia y no está en la crispación”. “El PP está en confrontar programas, ideas, en escuchar al diferente”, defendió el responsable de Comunicación en Génova.

Por su parte, desde Almería, la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, recalcó que el PP “desde el minuto uno” ha condenado “todas las agresiones o amenazas” hacia “cualquier representante de cualquier partido político”, pues la “clave” de la democracia es la libertad.

Gamarra también pidió que esta campaña salga de la “crispación y la polarización” para poner el foco en los problemas que tienen los madrileños. En este sentido, destacó que el 4-M se abre “la gran oportunidad” de que los ciudadanos elijan su futuro y que la Comunidad de Madrid siga siendo una región de “acogida” donde “las diferencias no marquen ni dividan, sino que sumen y nos permitan a todos seguir hacia delante”.