La CNMC analiza anualmente el origen de la electricidad producida en el ejercicio anterior y elabora la información que cada comercializadora debe poner a disposición de sus clientes sobre el origen de la electricidad que les suministra, etiquetándolas de la ‘A’ a la ‘G’ en función del menor o mayor grado de impacto ambiental.

A Repsol el organismo de competencia y regulador le ha reconocido con la máxima etiqueta o calificación ‘A’ en las dos categorías que se evalúan: emisiones de CO2 y residuos radiactivos, según informó este lunes Repsol. Conforme al estudio de la CNMC, la procedencia de la electricidad suministrada por la compañía es de origen renovable al 100%.

En el último análisis el organismo detalla el etiquetado de 244 empresas comercializadoras, incluyendo el porcentaje de generación renovable del origen de la electricidad suministrada por cada compañía a sus clientes.

Repsol es un actor relevante del mercado de luz y gas en España, con 1,2 millones de clientes y cuenta con casi 3.300 megavatios (MW) de capacidad total instalada de generación baja en carbono y más de 2.600 MW en desarrollo.

Su Plan Estratégico 2021-2025 prevé alcanzar los 7.500 MW de generación de bajas emisiones en 2025, duplicando esa cifra en 2030. En ese mismo 2050 quiere ser una compañía cero emisiones netas. Para conseguir sus retos estratégicos en esta materia, ha previsto efectuar inversiones por valor de 18.300 millones de euros y un 30% del total, 5.500 millones, se destinarán a iniciativas bajas en carbono.