Desde la Fundación Carlos Martín, Ayuso respondió así cuando se le preguntó si va a seguir tratando a Vox como su socio preferente a la hora de establecer pactos tras el 4-M habida cuenta de lo ocurrido en el debate de la Ser, del que el líder de Podemos se levantó tras el encontronazo que tuvo con la candidata de Vox, Rocío Monasterio, por mostrar sus dudas sobre la palabra de Pablo Iglesias tras haber recibido una carta amenazante.

“No tengo socios preferentes porque no quiero tener socios”, sentenció Ayuso. “Ya los he tenido y ahora lo que necesito es que mi gobierno tenga la misma sintonía en cabeza, corazón y boca” para ejecutar las reformas necesarias para Madrid en los próximos dos años, trasladó la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Ayuso no quiso entrar en cómo habría actuado ella de haber acudido al debate de la Ser, alegando que ella no participa “en circos”. “Y como no he estado en ese circo tampoco tengo por qué manifestarme al respecto”, se justificó.

Tras la petición del candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, de tejer un cordón sanitario contra la ultraderecha, señaló que la verdad es que se espera “cualquier cosa” del “candidato desconocido” de los socialistas, quien “dice una cosa y la contraria”. “Hace tan solo mes y medio o dos meses, Pedro Sánchez decía que Vox demostraba tener más sentido de Estado que el PP”, rememoró.

“Y ahora resulta que hay que aplicarle un cordón sanitario”, prosiguió Ayuso, para quien la izquierda “está sufriendo mucho esta campaña” y “lo están pasando francamente mal” al no haber encontrado “ni el camino, ni el mensaje, ni los principios”. “La gente no sabe qué va a votar” en el espectro de la izquierda, sostuvo, refiriéndose a las declaraciones de Gabilondo sobre bajadas impositivas o su forma de abjurar de Iglesias y luego “suplicarle ir juntos a las urnas”.

Concluyó, por ende, que “la izquierda está pasando un mal momento” e interpretó que “deben estar sufriendo mucho” en esta campaña. Tampoco quiso entrar a comentar el fondo de las declaraciones de Iglesias opinando que ella es más de ultraderecha que la ultraderecha. “Es que francamente lo que dice Iglesias me es absolutamente irrelevante y lo es desde el principio de la campaña”, recalcó.

Según su análisis, Iglesias está “fuera” de la campaña “desde el comienzo”, como también está fuera de la sociedad madrileña o de los barrios a los que “se supone que aspira a representar” pero en los que “jamás vive”. “Es una persona que es una farsa, que llega a un debate en taxi y se va con el séquito a la vuelta”, criticó, al tiempo que le acusó de buscar “el odio” porque el suyo “es un proyecto político acabado”.