Iglesias comenzó su intervención en un mitin de Villaverde, el primero después de que llegara al Ministerio del Interior una carta que le amenazaba de muerte e incluía cuatro balas en su interior, rechazando que se le califique de valiente por seguir adelante frente a las amenazas y abandonar un debate en la Cadena Ser al dudar la candidata de Vox, Rocío Monasterio, de la veracidad de la amenaza.

Él precisó que sólo ha cumplido con su obligación como dirigente político de declarar que “no es aceptable en democracia banalizar unas amenazas de muerte” ni publicar carteles contra los ‘menas’ basados en la Alemania nazi y que “los valientes y las valientes son otros”.

Enumeró a los activistas de la PAH, a algunos de sus compañeros de lista, a quienes abren los comedores sociales a extranjeros o a los periodistas que se han manifestado en contra de blanquear a Vox en los medios de comunicación. Y de ahí pasó a proclamar él mismo que “ya está bien de normalizar como una opción política respetable a quien defiende las mismas ideas que la Alemania nazi”.

El líder de Podemos volvió a defender su concepto de libertad en relación con la igualdad de oportunidades y llamó a que “la democracia se tiene que defender” porque “estas elecciones van de que la democracia se defiende”. En este sentido, afirmó que la democracia no la trajeron las élites del franquismo sino las asociaciones de vecinos.

Iglesias terminó sintetizando que “la libertad es que no se permita a los fascistas defender ideas que no son compatibles con la democracia”, y “lo que los fascistas y los que quieren gobernar con fascistas nos quieren arrebatar”. Para defenderla, llamó a que “esa valentía democrática histórica que está en el ADN del sur se exprese masivamente” porque “la democracia se tiene que defender en un momento en que la democracia está amenazada”.

“TODOS SOMOS PABLO”

El acto se vio transido desde el principio por referencias a la carta de amenaza a Iglesias, con un auditorio que le recibió coreando “Pablo, amigo, el pueblo está contigo”. El diputado en el Congreso Roberto Uriarte advirtió a quienes le amenazaron que “todos somos Pablo” y “van a tener que tumbar a 26 millones”; la diputada en la Asamblea Vanesa Lillo le agradeció su “firmeza” al abandonar el debate de la Ser; y el teniente de alcalde de Alcorcón, Jesús Santos, enjuició que “se han quitado las caretas” y “no podemos mirar para otro lado cuando hay gente que amenaza a vicepresidentes y ministros”.

Otra diputada en la Asamblea, Carolina Alonso, dijo que Iglesias había “puesto orden” en la Cadena Ser porque “parece que se había olvidado lo que es el fascismo”, y lo extrapoló a la propia presidenta y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, de quien dijo que, “si no es fascista, se le parece un montón”. “Madrid será la tumba del fascismo”, le respondieron los espectadores.

El guardia civil y miembro del Consejo Ciudadano de Podemos Juan Antonio Delgado Ramos, aseguró que “la policía está para proteger el libre ejercicio de los derechos y las libertades” y que “el fallo es el modelo policial, no los agentes”, que son los mismos que meten en la cárcel a los corruptos. La activista por la vivienda Alejandra Jacinto, ‘número 4’ de la lista, lució un programa electoral que ve lleno de derechos e interpretó que “por eso no quieren que hablemos, no quieren que hable Pablo Iglesias”.

Finalmente, la ‘número dos’ de la lista, Isa Serra, acusó a la candidata de Vox, Rocío Monasterio, de “jactarse del miedo que puede sufrir una persona cuando le amenazan” al invitar a Iglesias a abandonar el debate de la Ser, y alabó a Iglesias por haber “hecho lo que todos debiéramos haber hecho como sociedad”: decir basta a los discursos de odio.

Serra interpretó que “hemos llegado hasta aquí con el discurso de la antipolítica y del ‘todos son iguales’”, que le parece que ha sido sostenido por montajes judiciales permanentes contra Podemos y la “impunidad permanente” para los fascistas, avisó de que éstos “están dispuestos a todos” y presentó al cabeza de lista, el último en intervenir como siempre, con un “Gracias, Pablo Iglesias. Te queremos”.