Según fuentes de Unidas Podemos, el dinero asciende a 730,8 millones de euros, de los que más de 482 se destinarán a apostar por un “modelo de atención domiciliaria frente al residencial” y por “la accesibilidad universal”. La propuesta, que parte del Ministerio de Derechos Sociales, supone “una inyección histórica y fundamental”.

Y es que el Gobierno aspira a un nuevo modelo residencial con centros de mayores y dependientes más pequeños, al tiempo que incide en la necesidad de fortalecer en gran medida la teleasistencia avanzada, de forma que muchos mayores y dependientes puedan seguir viviendo en sus hogares.

Otros 216,9 millones de los que se aprobarán esta mañana se invertirán en reformar el modelo de atención a la infancia, invirtiendo en la mejora de centros residenciales y en la modernización tecnológica de los servicios sociales, su digitalización y mejora de su funcionamiento.

Por último, 31,5 millones se invertirán en acabar con la falta de accesibilidad universal. En este ámbito, según Unidas Podemos, “se apostará por demandas históricas y necesarias como la adecuación de espacios físicos, transporte público y la mejora de los canales de comunicación con las administraciones públicas”, focalizando, por ejemplo, en la accesibilidad cognitiva.

El reparto de los fondos entre comunidades y ciudades autónomas se concretará próximamente en el Consejo Territorial de Servicios Sociales y del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia.