Operación policial

Desarticulada una red que suministraba grandes cantidades de hachís a otros grupos criminales

MADRID
SERVIMEDIA

La Guardia Civil, en el marco de la operación ‘Desvanes-Dunas 20’, ha desarticulado una “importante” organización delictiva que introducía grandes cantidades de hachís en España procedente de Marruecos y ofrecía sus servicios a otros grupos criminales para introducir droga por medio de embarcaciones.

En total, según indica la Guardia Civil en una nota, se han detenido 64 personas y se han investigado otras 10 por los supuestos delitos de organización criminal, tráfico de drogas, falsedad documental, usurpación de estado civil, contrabando y tenencia ilícita de armas.

Además, se han hecho 38 registros, 16 en Málaga, 15 en la Línea de la Concepción (Cádiz), uno en Almería, otro en Albacete, dos en Alicante y tres en Murcia. En estos registros se han intervenido 2.313 kilos de hachís, 118.000 euros en metálico, 22 embarcaciones de alta velocidad valoradas en seis millones de euros.

También se ha encontrado un molde para la fabricación de este tipo de embarcaciones, una pistola, un silenciador, una escopeta, 19 vehículos, más de 37.000 litros de gasolina para el repostaje de las embarcaciones en alta mar, inhibidores de frecuencia, y equipos de comunicación, entre otros efectos.

Durante la investigación, los agentes han podido determinar que este grupo había realizado al menos 23 botaduras, algunas de ellas en las localidades alicantinas de Calpe, Altea, Guardamar del Segura, o en los puertos de Carboneras (Almería) y La Azohía (Murcia), que han sido abortadas por la Guardia Civil.

SERVICIOS ‘A LA CARTA’

Los servicios que prestaban a otras redes de narcotraficantes comprendían desde la fabricación y almacenaje de las EAVs (Embarcaciones de Alta Velocidad) comúnmente conocidas como “narcolanchas”, pasando por el abastecimiento del combustible necesario para el alijo de hachís en las costas, así como la falsificación de la documentación necesaria para dar apariencia legal de los barcos, gestión de puertos para las botaduras, entre otros.

Los cabecillas de la organización, a través de páginas web de compra-venta, contactaban con vendedores de embarcaciones semirrígidas, haciéndose pasar por supuestos compradores y así obtener copias de las documentaciones. Posteriormente, alteraban los documentos en sus datos de eslora y manga para hacerlas coincidir con las de sus “narcolanchas”.

Este grupo construía las “narcolanchas” en naves industriales ubicadas en las localidades malagueñas de Monda, Coín y Antequera, así como en la localidad de Albacete, y las almacenaban en naves ubicadas en las localidades de Crevillente (Alicante) y Antas (Almería) para transportarlas y botarlasal mar.

Generalmente, según la Guardia Civil, lo hacían fuera de las provincias andaluzas debido a la “presión policial” ejercida en la zona en los últimos años motivado por la ‘operación Carteia’.

(SERVIMEDIA)
19 Abr 2021
BMG/gja