Ambos trataron este tema en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, tras un extenso debate en el que cruzaron continuos reproches y que se inició a las 9.00 horas con la comparecencia de Sánchez para dar cuenta de la evolución de la pandemia y del Plan de Recuperación.

“Le tiendo la mano de nuevo para que podamos renovar de una vez por todas el CGPJ y demos cumplimiento a la Constitución”, señaló Sánchez. “Sabe perfectamente que aquellas personas que han negociado con el ministro de Justicia prácticamente estamos de acuerdo en muchas de las cosas que podemos hacer”, añadió.

Según el presidente del Gobierno, “lo que queda es voluntad política”, y por eso dijo tender de nuevo la mano a Casado. Hizo estas consideraciones después de que el líder del PP le reclamase una valoración de la imagen exterior que su Gobierno está dando de España. “Gracias, bien, la valoro bien”, se limitó a decir el presidente.

Ante esta escueta respuesta, Casado le replicó que “no está bien”, y aseguró que diversos organismos internacionales ya han expuesto su “preocupación sobre nuestra fiabilidad financiera” y también las “sombras de sospechas” que hay sobre el “respeto” que tiene Sánchez y su Gobierno al Estado de Derecho.

Le afeó que más de 2.500 jueces hayan recurrido a la Unión Europea para quejarse de los “ataques” del Gobierno a la separación de poderes. En este punto, enfatizó que su “única petición” para poder renovar los órganos constitucionales desde hace ya más de dos años pendientes es que Sánchez permita que el órgano de los jueces pueda mantener su “independencia” y asegurar la separación de poderes.

Dicho esto, Casado cargó contra Sánchez por hacer campaña electoral “desde sus giras” internacionales, como cuando “arremetió” contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, desde Angola. Además, con la vista puesta en la Cumbre Iberoamericana, le reclamó que cancele la invitación “al dictador Nicolás Maduro” e invite “al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó”.

Sánchez, por su parte, volvió a quejarse de la falta de “críticas constructivas” por parte de Casado y recalcó que “todos podemos hacer por mejorar la imagen de España”. “Sin duda alguna, el Gobierno de España, pero también la oposición”, aseveró.

Según el análisis del presidente del Gobierno, no contribuye a proyectar una mejor imagen de país el debate lleno de “bronca, insultos, descalificaciones y polarización” que a su juicio promueve el PP junto a la “ultraderecha” de Vox. Tampoco ayuda, avisó a Casado, que siembre dudas sobre la utilización de los fondos de recuperación cuando habrá controles en España y en la UE.